Somos Fundación Recover una organización inscrita en registros públicos, declarada de utilidad pública como fundación de cooperación al desarrollo. Trabajamos para facilitar el acceso a una salud de calidad y con futuro, y por un modelo de sanidad sostenible en África subsahariana.

Uno de los movimientos que actualmente llevamos a cabo es “Las africanas, verdadero motor de desarrollo - Mujeres tenían que ser”, iniciado para situar a las mujeres y las niñas africanas en el centro de las políticas de desarrollo, madres o mujeres con niños y niñas a su cargo, mujeres con necesidades formativas y ganas incansables de aprender, mujeres embarazadas, mujeres con necesidades ginecológicas. Pero también niñas que necesitan apoyo para que su futuro y su salud no se vean comprometidos por ningún tipo de código: postal, genético, económico, social o cultural.

Las mujeres africanas son el motor de cambio del continente y el motor económico de su familia y de la sociedad en la que viven: producen el 80% de los alimentos de la región, las encargadas de la educación de los hijos e hijas, quienes realizan las numerosas y duras tareas domésticas, el 70% de la mano de obra agrícola del continente, quienes contribuyen económicamente al núcleo familiar con trabajos generalmente mal remunerados, las que mantienen solas a cuatro de cada diez familias. Y sin embargo, aún enfrentan todo tipo de desigualdades, tanto en el ámbito público como en el privado, en el cumplimiento de sus derechos más básicos por el hecho de ser mujeres, como el acceso a la salud, la educación y oportunidades laborales.

Hace 15 años trabajamos para mejorar las condiciones sanitarias y formativas de miles de mujeres en África. Ahora hacemos un llamamiento social para apoyar, visibilizar y reconocer su protagonismo. Es necesario dirigir hacia ellas las acciones y políticas, como parte de la estrategia de desarrollo.

Tenemos en marcha múltiples proyectos relacionados con la salud materno-infantil y el empoderamiento de la mujer: talleres de salud sexual y reproductiva, formación superior en el ámbito de la salud y la gestión hospitalaria, inversión de equipamiento e  infraestructura para las áreas de maternidad de hospitales y centros médicos, campañas para sensibilizar, prevenir y tratar el cáncer de cuello de útero y realizar revisiones mamarias, y talleres para madres sobre prevención y tratamiento de la desnutrición infantil.

Necesitamos apoyo para dirigir hacia ellas acciones y políticas, como parte de la estrategia de desarrollo, para que su futuro y su salud no se vean comprometidos, para conseguir la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer africana. Teniendo en cuenta que una mujer formada, que recibe una formación escolar completa, que no abandona sus estudios para ayudar en las tareas domésticas o casarse tempranamente, que es consciente de sus derechos y puede acceder a ellos, incide directamente en los parámetros de desarrollo, ayuda a reducir la mortalidad materno-infantil, contribuye a disminuir la pobreza infantil e impulsa el desarrollo económico de la familia y, por tanto, de su comunidad.

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