Me llamo Gabriel, tengo 18 años, soy de Madrid y tengo dos padres. Me adoptaron en Rusia y me trajeron a España cuando tenía dos años. A veces la gente me pregunta qué se siente al no tener madre, y la verdad es que nunca he sentido que haya tenido una infancia diferente por crecer sin madre. De hecho, estuve un año en Irlanda de intercambio, vivía con una familia “tradicional” y, sinceramente, viendo la forma de relacionarse, la estructura familiar y la forma de educar, no había ninguna diferencia con mi familia.

Siempre digo que he tenido una infancia normal, como la de cualquier otro niño o niña de familia heteroparental, y por eso me gustaría que se diera visibilidad a las familias homoparentales, pero siempre desde la normalización. Creo que darle demasiada importancia puede incluso llegar a ser contraproducente. Sé que se hace siempre desde la buena intención, pero considero que es una forma de destacarlo como si fuera algo exclusivo que se sale de la norma, aunque sea como algo positivo.

En los medios de comunicación se puede ver esto claramente. Por ejemplo, una familia heteroparental puede aparecer en cualquier tipo de noticia, como testigos o ciudadanos de a pie. En cambio, las familias homoparentales normalmente aparecen en secciones especiales, en destacados, en reportajes, para hablar sobre cómo son y cómo viven.

Es por esto que quiero dirigirme a los miembros de la Asamblea de Madrid, ya que soy de Madrid y son mis representantes en dicha cámara, para que se fomente dar visibilidad a la diversidad familiar en los medios de comunicación desde la normalización, no desde la exclusividad ni la extraordinariedad.

Cuando la gente sabe que tengo dos padres, la mayoría de veces se sorprende positivamente y me dice algo como “¡qué guay!”. No es algo que me ofenda ni me moleste, pero me gustaría que algún día la sociedad pudiera reaccionar de la misma forma cuando se dice “tengo dos padres” o “tengo dos madres” que cuando se dice “tengo un padre y una madre”.