Hola, soy Germán Penilla, tengo 40 años y soy de Cali. Hace seis años, en mayo de 2015, fui sometido a un trasplante exitoso de riñón. El daño en el órgano fue causado por una hipertensión cuyo origen nunca se pudo determinar bien. Los médicos que detectaron los problemas me dijeron que era mejor no hacer una biopsia para no acelerar la insuficiencia. Sin embargo, poco a poco se fue deteriorando y terminé por necesitar el trasplante.

Duré un año y medio en lista de espera para el trasplante. Al ingresar en esa lista, tuve un sentimiento de emoción, pero con el paso de los meses, al ver que ya había pasado un año y todo seguía igual, esa emoción se convirtió en angustia. Sobre todo porque pensaba mucho en el futuro, en mi hijo, que en ese momento tenía cinco años, y me empecé a desesperar.

Todo mejoró con el trasplante: fue un renacer, un retorno de las fuerzas del cuerpo. Empecé a disfrutar la vida al máximo posible y comencé a hacer deporte desde el momento en el que los médicos me dieron luz verde para ejercitarme. Antes del trasplante yo no practicaba ninguna disciplina con regularidad, pero después me enfoqué en el atletismo, y eso me llevó a ingresar en la Asociación Colombiana de Deportistas Trasplantados, que tiene dos objetivos: sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la donación de órganos, y hacer un llamado a las personas que han recibido trasplantes para que practiquen algún deporte y puedan conservar los órganos que recibieron en la mejor forma posible.

Después de entrar en la Asociación, me di cuenta de que tenía que entrenar de una forma más seria. Hacerlo me ha permitido asistir a diferentes competencias fuera del país, donde me di cuenta de que el deporte es una plataforma ideal para concienciar sobre la importancia de la donación de órganos. Hay muchos países del mundo donde el vínculo entre la actividad física y la donación es muy fuerte. En Colombia, al ser todavía tan pocos quienes lo hacemos, aún no está muy consolidado.

Por eso considero que deberían destinarse más recursos a los deportistas que hemos recibido trasplantes en Colombia. Primero, porque, si bien no tenemos el mismo nivel de competitividad de un deportista olímpico o paralímpico, nosotros practicamos disciplinas que requieren apoyo económico para poder asistir a competencias, para foguearnos, para adquirir los implementos deportivos, para costear los viajes. Y además, asumimos una labor de concienciación que es muy importante y que requiere más visibilidad en Colombia. En la actualidad, los apoyos que los ministerios de Salud y del Deporte dan a la Asociación son simbólicos.

Por eso lanzo esta petición: para hacer un llamado al Congreso de la República para que legisle y actúe a favor de un mayor apoyo económico para todos los deportistas trasplantados de Colombia. Entre todos podemos colaborar: si esta petición recoge 350 firmas, obtendré una respuesta de los congresistas en la página de Osoigo. ¡Cada firma es muy valiosa! Y después de hacerlo, difundamos este testimonio con todos nuestros amigos, familiares y contactos de WhatsApp y redes sociales. ¡Vamos a seguir sensibilizando sobre la importancia de la donación de órganos! ¡Muchas gracias!