¡Hola! Me llamo Gloria Sanz y soy doula: acompaño, asesoro y ayudo a mujeres a lo largo del proceso de maternidad, desde el momento en el que deciden empezar esa búsqueda hasta el momento de nacimiento. Estoy especializada en el proceso de búsqueda del embarazo porque existe un importante déficit de acompañamiento emocional en esta etapa, que es especialmente intensa y está muy invisibilizada sobre todo cuando se trata de reproducción asistida.

En esos casos sólo hay muchas pruebas médicas y largas esperas pero se descuida mucho la parte emocional que implica. Las mujeres que deciden buscar la maternidad con reproducción asistida por la sanidad pública no tienen ninguna figura de acompañamiento emocional, sólo existen estos servicios en algunas clínicas privadas.

Yo misma he tenido un hijo y una hija mediante fecundación in vitro y me decidí formar como doula a partir de esa experiencia, tras un trabajo personal y emocional conmigo misma. Me gusta centrar mi trabajo en las necesidades de la mujer, en cómo es ese camino de búsqueda para la mujer o la pareja que están buscando crear una familia. Uno de los objetivos principales es evitar que existan bloqueos emocionales, que llegan cada vez que se demora más el objetivo final: ser madre.

Durante estas esperas, siempre escuchamos lo mismo: “ya te quedarás emabarazada”. Esa condescendencia nos puede hacernos sentir culpables, responsables. Por eso es muy importante que exista un acompañamiento emocional y psicológico especializado durante todo el proceso. Porque sin salud mental, no hay salud física posible. Parece algo muy revolucionario pero es muy necesario.

Por eso creo que es muy importante que exista la figura de la doula y que las futuras madres sepan qué hacemos y por que podemos ser de ayuda. Aunque las doulas tenemos una importante acogida todavía existen muchos prejuicios y malentendidos sobre nuestro trabajo. No somos matronas ni queremos ser unas ‘intrusas’ de ese trabajo.  Nosotras queremos ayudar a las mujeres a que rompan tabúes y acompañarles en la búsqueda, empoderándolas. Sólo verbalizar esta necesidad de ayuda emocional es un gran paso.

Contando aquí mi trabajo como doula quiero visibilizar que somos un colectivo complementario a los profesionales sanitarios. No pretendemos suplirles pero me gustaría poner en evidencia la importante carencia que existe en nuestra sanidad: ¿por qué no existe acompañamiento emocional para las futuras madres que están en un tratamiento de reproducción asistida?