La Unión Europea es un club del que cada uno de sus miembros puede salirse voluntariamente, cosa que, no obstante, un servidor no recomienda dado que, en los tiempos actuales, es mejor unir que separar, derribar fronteras que levantarlas y sumar más que restar. Este club del que formamos parte y que, evidentemente, hay que perfeccionar (para que haya más transparencia y más democracia y más igualdad y menos visiones localistas o nacionalistas y para que esté más cerca de los ciudadanos), exige una serie de condiciones para todos aquellos aspirantes que quieran entrar en él, entre ellas, la aceptación de todos sus miembros. Pero, en todo caso, la permanencia en el club es voluntaria. 

En España rige la Constitución, norma básica de nuestro ordenamiento jurídico y garante de nuestros derechos ciudadanos, que debe respetarse. El modelo territorial del Estado lo decidimos el conjunto de los ciudadanos españoles. La ciudadanía no se puede fraccionar. El derecho a decidir corresponde al conjunto de los ciudadanos españoles. Evidentemente, los vascos podemos decidir en el ámbito de nuestras competencias, pero no podemos imponer nada al resto de los ciudadanos españoles ni, como decía arriba, pretender modificar el modelo territorial del Estado o decidir el futuro del país en solitario o unilateralmente. La Constitución Española no recoge el derecho a la autodeterminación o secesión de una parte del territorio de un Estado, como no lo recoge ninguna constitución democrática del mundo. De hecho, el derecho a la autodeterminación entendido de este modo no existe como derecho (otra cosa es su aplicación para las colonias o para aquellos territorios donde se vulneren los derechos humanos o no se respete a las minorías, en la línea de lo que recoge el derecho internacional). La Constitución Española puede cambiarse: de hecho, nosotros mismos proponemos cambiarla (para modificar el modelo territorial del Estado, para ir hacia un modelo federal simétrico y cooperativo, para garantizar más libertad, para defender que haya más transparencia, para defender mejor el interés general...), pero debe hacerse a través de los procedimientos legales establecidos y respetando las mayorías necesarias para lograrlo. Pretender como algunos pretenden modificar la Constitución española para acomodar o contentar a los nacionalistas es inútil y una pérdida de tiempo, ya que estos son insaciables y siempre quieren más ventajas políticas y beneficios económicos. Creo que con esta amplia respuesta me has entendido perfectamente. Un saludo.