La UE entiende el deporte como herramienta para mejorar el bienestar, ayudar a superar cuestiones sociales más amplias y aportar importantes beneficios económicos en toda la UE
Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, en diciembre de 2009 la Unión Europea (UE) adquirió responsabilidades en el ámbito del deporte, que se centran mayormente en fomentar la cooperación y gestionar iniciativas a favor de la actividad física y el deporte en toda Europa.
La UE entiende el deporte como herramienta para mejorar el bienestar, ayudar a superar cuestiones sociales más amplias -como el racismo, la exclusión social y la desigualdad de género- y aportar importantes beneficios económicos en toda la UE.
El deporte forma parte integrante de Erasmus+, el programa de acción de la Unión en el ámbito de la educación, la formación, la juventud y el deporte. Entre los criterios que deben reunir los proyectos para optar a financiación del programa, está la representación equilibrada de los participantes en términos de género y países.
En el período 2014-2020, por primera vez se estableció una línea presupuestaria específica para apoyar proyectos y redes en el ámbito del deporte en el marco del programa Erasmus. Posteriormente, para el programa Erasmus+ 2021-2027, Parlamento y Consejo acordaron promover una dimensión europea en el deporte complementaria y coherente con el Plan de Trabajo de la Unión Europea para el Deporte (2021-2024): el instrumento de orientación para el fomento de la cooperación entre las instituciones de la UE, los Estados miembros y las partes interesadas del mundo del deporte. Asimismo, se propuso aumentar la financiación para el deporte hasta el 1,9 % del presupuesto total del programa.
El Parlamento reconoce la creciente necesidad de que la UE aborde las cuestiones deportivas respetando plenamente el principio de subsidiariedad[1], dado que el deporte constituye en sí mismo un importante fenómeno social y un bien público.
En 2012, el Parlamento aprobó una resolución sobre la dimensión europea en el deporte, que dio el pistoletazo de salida para la creación, en septiembre de 2015, de la Semana Europea del Deportecon el objetivo de promover el deporte y la actividad física en toda Europa a escala nacional, regional y local, animando a los ciudadanos europeos a adoptar un estilo de vida mejor y más saludable. Desde 2017, la Semana Europea del Deporte se ha venido organizando en toda Europa entre el 23 y el 30 de septiembre con una amplia gama de actividades y actos en todos los Estados Miembros -también en 2020, a pesar de la pandemia de COVID-19.
En el Grupo de los socialistas y demócratas en el Parlamento Europeo somos especialmente conscientes de la importancia del deporte en nuestras sociedades y de la relevancia de la participación activa de las mujeres en el mismo. Por ello, promovemos iniciativas (muchas de ellas han sido recogidas en los documentos y actividades mencionadas anteriormente), que lleven a la participación plena de las mujeres de todas las edades.
Somos conscientes de que el deporte es, entre otras cosas, uno de los pocos espacios que quedan en los que personas de todas las edades, etnias, ideologías, y orígenes económicos y sociales se reúnen para trabajar en equipo y estrechar los lazos con sus comunidades. El hecho de que a día de hoy la participación de las mujeres siga estando sujeta a muchos más impeditivos es responsabilidad de todos, y algo que debemos cambiar como sociedad.
Conocedores de esta realidad, en la resolución del Parlamento Europeo de noviembre de 2021sobre “Política de deportes de la UE: evaluación y posibles vías de actuación” buscamos entablar el diálogo con la Comisión sobre la dirección de futuras políticas europeas en el sector del deporte. La resolución destaca la importancia de la igualdad de género y establece medidas concretas para paliar la brecha.
En concreto, pedimos a todas las instituciones, federaciones y organizaciones europeas que multipliquen sus esfuerzos para integrar a las mujeres en el deporte. Insistimos en que los órganos de gobierno del sector deben actuar con el fin de promover necesariamente la diversidad y eliminar la brecha de género, no sólo para que haya más mujeres deportistas, sino para que también estén representadas en los puestos de dirección y mando. Nos referimos asimismo a la persistente brecha salarial y a la necesidad de poner en marcha medidas adicionales para abordarla, garantizando al mismo tiempo que los organismos rinden cuentas en el asunto de manera autónoma y responsable.
Por su parte la Comisión, en el marco de la Estrategia de la UE sobre igualdad de género, estableció a finales de 2020 un Grupo de Alto Nivel sobre Igualdad de Género en el Deporte. Este Grupo ha publicado recientemente sus recomendaciones, entre las que se incluyen:
integrar una perspectiva de género en las acciones de todos los actores estratégicos del ámbito deportivo;
dedicar presupuestos en favor de la igualdad de género en las organizaciones deportivas;
destacar la educación como herramienta vital para explicar la importancia de las políticas de igualdad de género dirigidas a todos los actores estratégicos;
Por último, al inicio de la presente legislatura, con carácter informal, un grupo de eurodiputados establecimos el Grupo de Deportes. El objetivo es ponernos a disposición del sector del deporte para que nos compartan sus inquietudes en los ámbitos de la innovación, la privacidad digital de los eventos deportivos, la lucha contra el dopaje, la UEFA EURO 2020, la igualdad de género, el medio ambiente; así como para asegurar presupuesto para el deporte y apoyar la continuidad de los proyectos piloto y las acciones preparatorias existentes que tienen como objetivo el deporte.
[1] En los ámbitos en los que la Unión no tiene competencias exclusivas, el principio de subsidiariedad, consagrado en el Tratado de la Unión Europea, define las circunstancias en las que es preferible la actuación de la Unión en lugar de los Estados miembros.
Galdera¿Qué están haciendo desde el Parlamento Europeo para fomentar el deporte entre las niñas y las adolescentes?
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Me llamo Alejandra, soy de Madrid y soy psicóloga deportiva y entrenadora de baloncesto. Desde pequeña siempre he sido muy deportista: jugué al fútbol hasta los 15 años. Ya entonces empecé a ver todas las barreras que tenemos que derribar las mujeres deportistas. Por ejemplo, mi entrenador me decía que no podía jugar al fútbol, que era un deporte para chicos, no para chicas.
Luego fui a un instituto donde el baloncesto era como una religión, con equipos en liga ACB y Liga Femenina, y siempre me empapé mucho de este deporte. Llegué al final del bachillerato teniendo muy claro que quería dedicarme a algo que tuviese que ver con el deporte. Finalmente estudié psicología y, a partir de ahí, todo lo orienté hacia la psicología deportiva. También me formé como entrenadora de baloncesto y, a día de hoy, me dedico tanto a la psicología deportiva en el mundo del baloncesto como a entrenar.
No es ninguna novedad que el deporte es un campo todavía muy masculinizado, donde las mujeres tenemos que superar muchos más obstáculos. Por ejemplo, hay determinados deportes en los que las ligas masculinas se consideran profesionales y las femeninas, no. Así, es muy complicado que una niña o una chica se plantee la posibilidad de dedicarse a un deporte.
Hace un par de años trabajé en Galicia con un equipo femenino de baloncesto. Muchas chicas con las que estuve, a pesar de ser buenísimas jugando, se venían abajo por no encajar con los cánones de belleza impuestos, por no tener los mismos cuerpos que las otras chicas de su clase. En este sentido, no les compensaba tener éxito a nivel deportivo si lo tenían que pagar con no encajar a nivel estético. ¿Esto ha ocurrido alguna vez entre chicos, que no quieran seguir con un deporte por cómo se ven sus cuerpos?
Con esto quiero decir que la presión con la que crecemos las mujeres para encajar en un canon de belleza nos condiciona en muchos ámbitos, entre ellos, el deporte. Por eso es importante trabajar para fomentar la diversidad corporal, enseñar que todos los cuerpos son válidos, así como enfocar el cuerpo desde una perspectiva más funcional que estética, especialmente entre las chicas.
Los medios de comunicación tienen un papel muy importante en la visibilización del deporte femenino. Si el 80-90% de la sección de deportes es masculino (del cual otro 80% es fútbol); si casi no se da visibilidad a los logros en el deporte femenino (como el Barça femenino, que ha ganado la Champions hace poco), y si encima se habla de las deportistas más por su vida personal, su aspecto físico o su forma de vestir, difícilmente una niña se interesará en el deporte, ya que crecerá sin esos referentes, y mucho menos se animará a ser deportista de mayor.
Es por todo esto que quiero dirigirme a los miembros del Parlamento Europeo, ya que se trata de un problema estructural e internacional, para que se fomente el deporte entre las niñas y las adolescentes de forma transversal.
Si solo actuamos desde un ámbito, como la educación, las federaciones deportivas o los medios de comunicación, seguramente consigamos avanzar muy poco. Por eso hay que abordarlo de forma transversal, tocando todos los sectores implicados, para poder avanzar más rápido hacia la igualdad, tanto en el deporte como en general.
What is the European Parliament doing to promote sport among girls and female adolescents?
My name is Alejandra, I’m from Madrid and I am a sports psychologist and basketball coach. It’s no news that sport is still a highly masculinized field, where women have to overcome many more obstacles. For example, there are certain sports in which the men's leagues are considered professional and the women's leagues aren’t. Facing this situation, it’s very difficult for a girl to consider the possibility of dedicating herself to a sport.
This is why I want to address the members of the European Parliament, since it's a structural and international problem, to ask them to take measures in order to promote sport in a transversal way among girls and female adolescents.
If we only act from one area, such as education, sports federations or the media, we will surely achieve very little progress. That’s why it must be approached in a transversal way, including all the sectors involved, in order to move faster towards equality, both in sport and in general.
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