Pregunta para Asamblea de Madrid
Soy Inés y padezco Endometriosis. ¿Cuándo se darán cuenta de la importancia de informar a mujeres y niñas sobre ésta enfermedad, además de destinar recursos para encontrar una cura?
Mi nombre es Inés, resido en Madrid y padezco Endometriosis. Esta es una enfermedad crónica, incapacitante y sin tratamiento en la que el tipo de tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de éste, provocando grandes dolores, nódulos o lesiones a los órganos internos. Esta enfermedad afecta aproximadamente a un 15% de mujeres en España, lo que se traduce a casi 2 millones de personas. No obstante, sigue siendo una enfermedad desconocida, difícil de detectar y sin cura alguna.
Mi historia con la endometriosis viene de lejos. Desde bien pequeña he tenido dolores fuertes de regla, un sangrado abundante y problemas intestinales como el estreñimiento. Recuerdo que, por mucho que lo intentara evitar, siempre terminaba manchándome debido a la cantidad de sangrado menstrual que tenía. A partir de los 15 años fui al ginecólogo, pero siempre me decía que todo estaba normal y correcto. Un día empecé a sangrar mucho. Me dijeron que tenía hemorroides y que no era nada grave, por lo que resté importancia al asunto.
Los años iban pasando y con ellos el dolor aumentaba. Con 29 años sufrí un desmayo debido al dolor. Fui a urgencias y me dijeron que no tenía nada, pero después de muchas pruebas detectaron una infección en la sangre. A última hora me dijeron que habían detectado niveles de infección en la sangre. Estuve ingresada unos días, y encontraron que tenía un problema en las trompas, por lo que me tuvieron que operar. Cuando desperté de la operación, me informaron de que tenía una infección muy grande y que, debido a ello, tuvieron que quitarme una de mis trompas. Eso me asustó mucho, ya que al principio me habían dicho que no me pasaba nada y ahora de repente me encontraba ante esta grave situación.
Posteriormente, empecé a investigar por mi cuenta y acudí a un sinfín de consultas. Finalmente llegué a una ginecóloga del Hospital de la Paz, dentro de la Unidad de Endometriosis, que nada más verme me dijo que tenía Endometriosis avanzada, y me explicó lo que era.
El diagnóstico de la Endometriosis cambió toda mi vida. Por una parte sabía lo que me sucedía, pero también que me enfrentaba a una enfermedad crónica y sin cura. Pasé por cantidad de intervenciones quirúrgicas, ya que todavía tenía zonas infectadas. Además, la Endometriosis afectó a mis órganos internos, lo que me causó severas complicaciones y tuvieron que cortarme parte del intestino.
Después de cinco años pasando por quirófanos, he logrado estar estable y poder hacer una “vida normal”. Sin embargo, esta es una enfermedad crónica, por lo que siempre va a estar allí.
Aunque esta enfermedad afecta a una de cada diez mujeres, sigue siendo desconocida por gran parte de la ciudadanía, así como de los médicos. Hay muchas niñas que pueden padecerla, y es esencial que esta sea detectada a edades tempranas. Tenemos que dar a conocer que la regla no debería de incapacitarnos, y que de ser así hay que buscar ayuda. También hay muchas mujeres que pueden tenerla pero no tienen un diagnóstico, y viven con la angustia y el dolor sin encontrar respuestas.
Por eso mismo, creo que se debería de fomentar la investigación para obtener un diagnóstico lo antes posible y conseguir un tratamiento efectivo para esta enfermedad. Las operaciones no son un tratamiento y condicionan nuestra calidad de vida.
Por este motivo, me dirijo a los miembros de la Asamblea de Madrid para que tengan en cuenta esta situación y destinen más recursos en informar a las mujeres y en investigar para encontrar una cura para la Endometriosis.