Soy Inga y tengo dos hijas: Iraia, la mayor, tiene nueve años y además tiene altas capacidades. La pequeña, Saioa, de seis añitos, tiene con autismo severo no verbal, con discapacidad del 79% y con baremo de movilidad concedida. Las dos, cada una por sus condiciones propias, entran en dentro de la categoría de niños con necesidades especiales.

Y he aquí el quiz de la cuestión: el año pasado el gobierno vasco introdujo, dentro del concepto de becas no universitarias, por primera vez, un apartado de becas destinadas a los niños con necesidades especiales que formaran parte de una familia numerosa. 

Aquí ya empezamos mal: no se informó de esto a las familias, a los centros escolares ni a su propio personal administrativo, quien informaba, en consecuencia, erróneamente de la existencia de las becas. Esto hizo que miles de familias se quedaran sin la posibilidad de solicitarlas.

En añadidura ¿qué más es lo que ha sucedido con estas becas? Resumido brevemente, lo primero es que hay ciertos puntos de estas becas que no están asociados a la renta familiar, como el transporte y el comedor, por lo que hay que presentar las facturas que justifiquen el uso de estos servicios para poder cobrar el correspondiente importe de la beca.

Lo segundo, es que, a pesar de que hay documentos legales que reconocen lo contrario, el gobierno vasco indica que los alumnos con Altas Capacidades no pertenecen al mapa de alumnos con necesidades especiales, por lo que no tendrían derecho a beneficiarse de esta beca.

Sin embargo, lo más impactante y lo que se puede considerar una severa negligencia es que, a día de hoy, con el curso escolar 2019-2020 finalizado, los beneficiarios de estas becas todavía no hayan recibido la resolución, que ya no me refiero al importe, de las mismas y, más surrealista todavía, que desde educación se haya reconocido que puede que se soliciten las becas para el curso 2020-2021 y todavía no se haya resuelto la anterior convocatoria.

Ninguno de los solicitantes hemos visto resueltas estas becas al vernos envueltos en la “guerra de desgaste” que el gobierno vasco ha comenzado contra nosotros cuando decidió denegar en primera instancia todas las becas que solicitaran en concepto de necesidades especiales, obligándonos a recurrir las cuantías que a nuestros hijos les corresponden. 

SI PIENSAN QUE EN ALGÚN MOMENTO VAMOS A DESISTIR, ESTÁN MUY EQUIVOCADOS, SEGUIMOS Y SEGUIREMOS AL PIE DEL CAÑÓN PARA EVITAR QUE USTEDES, CON SU AFÁN POR EVITAR QUE NUESTROS PEQUEÑOS ACCEDAN A LO QUE ES SUYO POR DERECHO, LOGREN QUE ESTAS BECAS NO SE COBREN.