Espacios más amigables y cercanos a los pacientes
En primer lugar Cris, quiero mostrarte todo mi apoyo y fuerza en esta lucha que has iniciado hace ya cinco años, una lucha que se supera día a día junto a conocidos, amigos y familiares. ¡Mucho ánimo!
Y en lo que respecta a tu cuestión, estoy de acuerdo en la fría imagen que pueden transmitir a la ciudadanía los centros médicos actuales. Para mucha gente, yo entre ellos, puede parecer raro ir a un hospital o sentir pánico cuando entras en determinadas áreas de esos centros.
Por ello, el departamento de Salud del Gobierno Vasco lleva tiempo apostando por un proyecto de humanización de sus espacios con el objeto de relegar al pasado un concepto de impersonalidad de los centros sanitarios. En el Hospital Universitario Cruces, concretamente, después de hacer frente en una primera fase de renovación de las áreas pediátricas, ahora se ha lanzado a redecorar, de forma amigable, varias estancias destinadas a las personas adultas, con el fin de lograr un trato más sensible entre el profesional y los pacientes. Es un primer paso, pero no el último. Ni mucho menos.
Este mismo mes de julio, el Hospital de Cruces también ha remodelado las salas de descanso y duelo en la planta de Oncología Médica, así como la de Hematología. Estoy seguro que un área para adolescentes, como la que planteas, entra dentro de toda esta apuesta por la humanización de sus espacios. En esta misma línea, también el Hospital Universitario Donostia está avanzando y mejorando sus espacios infantiles y te puedo asegurar, que el conjunto de los hospitales públicos de Osakidetza están trabajando para ser espacios más amigables y cercanos al conjunto de pacientes.
Desde las instituciones vascas haremos todo lo que esté en nuestra mano para seguir mejorando en este modelo, que esperemos pueda estar disponible cuanto antes, para todas las personas que lo necesiten.
Quiero volver a mostrarte todo mi apoyo y ánimo. Deseo que te recuperes pronto y puedas disfrutar con tu familia y amigos de todos los buenos momentos que están por llegar. ¡Ánimo Cris!
Partekatu
¡Hola, me llamo Cris! Soy de Bilbao y tengo 19 años. Hace ya más de cinco años que mi aventura empezó a día de hoy, tras superar tres leucemias, me encuentro en Madrid ya que era necesario que me sometiera a un trasplante de médula.
Me trasplanté el 11 de abril y ahora estoy en fase de recuperación. De momento, aunque ha habido algún que otro susto, todo está yendo más o menos bien. Ojalá todo siga así y pueda volver pronto a mi casa con mi familia y amigos.
Como podréis imaginaros he pasado toda mi adolescencia en el hospital, concretamente en Cruces (Bizkaia). A mucha gente le parece raro ir a un hospital y sienten pánico cuando entran en ellos… pero en mi caso ese lugar que tanto agobio genera es prácticamente mi segunda casa.
Desde el principio estuve oncología pediátrica y no en oncología de adultos, y a día de hoy sigo tratándome en pediatría ya que todo mi caso siempre a sido llevado por pediatras. Además, me encanta estar rodeada por niños, ya que ellos siempre sacan lo más positivo de cualquier situación y he intentado vivir siempre partiendo de esa filosofía.
Sin embargo, creo que hay un grupo que a veces se pasa por alto en el hospital: los adolescentes. Muchas veces siento que estamos en tierra de nadie… porque no somos ni niños ni adultos. Estoy segura de que la mayoría de vosotros tuvisteis inseguridades y miedos cuándo erais adolescentes, y que sufristeis de algún modo u otro hasta que finalmente experimentasteis un descubrimiento personal y consolidasteis vuestra personalidad. Pero, ¿os habéis parado a pensar en cómo lo habríais sobrellevado estando, por ejemplo, sin pelo? ¿o sin poder salir de casa? ¿o hinchado y pálido por la medicación?
Creo que muchas veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Y es que a veces necesitamos una mano que nos ayude y nos recoja cuando lo necesitamos, alguien que nos comprenda y con quien podamos consolarnos.
La idea de que los adolescentes con cáncer podamos reunirnos y compartir nuestras experiencias creando amistades y lazos entre nosotros no es tan complicada. Sin embargo, no tenemos un lugar al cual llamar NUESTRO dentro del hospital... un lugar sin adultos ni niños: un lugar donde podamos ser nosotros mismos, pero sobre todo un lugar donde pedir ayuda no de miedo … ¿de verdad que es tanto pedir?
Batu zaitez Osoigora