Pregunta para Congreso de los diputados
Me llamo Inma y siempre he tenido dolores horribles por mi menstruación. ¡Queremos que Sanidad y la sociedad asuma que los dolores de regla son un problema de salud y se enfatice más a la hora de investigar en nuestra figura como mujeres!
Hola. Me llamo Inmaculada Terraniz, tengo 39 años y desde el día uno de mi menstruación tengo dolores horribles.
Desde el primer momento en el que tuve la menstruación he tenido cólicos menstruales muy fuertes que me han incapacitado para realizar muchas actividades tanto laborales como sociales.
Los dolores siempre han sido terribles y cuando acudía al médico para intentar paliarlos, me decían que era “algo normal del proceso vital”. Yo les he llegado a decir que tenía la “sensación de morirme”, pero nadie me hacia caso hasta que acudí a otro doctor de la Sanidad Privada a los 24 años.
Durante todos esos años nada me calmaba ni me hacia efecto. Intenté acostumbrarme a ese dolor paralizante que, en ocasiones, me producía tal molestia que me provocaba el vómito. Incluso, he llegado a rechazar varios trabajos fuera de España porque no sabía lo que me podía ocurrir.
Cuando tenía 22 años, durante el cumpleaños de una amiga, me desmayé por un pinchazo fortísimo que me dio en el abdomen. Esa fue una de las peores experiencias que tuve porque no podían parar la hemorragia y se llegaron a plantear hacerme un legrado.
Después de lo vivido, tan solo me recetaron una simple pastilla a través de la Seguridad Social y me mandaron a casa, por lo que decidí buscar alternativas y acudí a la Sanidad Privada.
Cuando le conté a este doctor todo lo que me había pasado, se echó las manos a la cabeza y lo primero que me dijo fue que “no entendía como, en mi estado, no me habían realizado ninguna prueba”. Él fue quien me revisó y quien me dijo que tenía una inflamación severa que me producía todos esos dolores.
A partir de ese momento todo ha mejorado, aunque no tanto como para decir que ya me encuentro perfectamente. Tengo mis periodos. Hay veces que siento dolores fuertes, pero no tanto como en mi adolescencia, y otras veces desaparecen.
Toda mi familia y entorno sabe lo que he sufrido y, además, me han apoyado muchísimo, incluso, investigando y preguntando a profesionales sin parar. Por el contrario, a nivel laboral nunca me han concedido la baja, ni ningún jefe, al verme como me revolvía del dolor en la oficina, me ha dejado irme a casa.
Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que haya más visibilidad e investigación para la salud de las mujeres.
Ya somos muchas las mujeres que hemos sufrido y esto no se puede consentir. Si estos dolores los hubieran tenido hombres, hace mucho tiempo que se hubiera encontrado una cura para solventarlo.
Además, las mujeres, cuando empezamos con la regla, no tenemos ninguna información a nuestro alcance y lo peor es que lo tratamos como un tema tabú aumentando la desinformación. Por eso es tan importante que se nos enseñe los mecanismos de nuestro cuerpo en los colegios para saber identificar los síntomas de afecciones, si es que aparecieran. Yo no sabía nada, ni de comprensas ni de nada. ¡Más educación menstrual!
Por todo esto, las mujeres exigimos que se enfatice más en nuestra figura puesto que representa el 50% de la población. Sanidad debe mirar hacia nosotras y empezar a responder ante los problemas de las muchísimas mujeres que hemos tenido patologías menstruales. ¡No podemos esperar más porque los dolores de reglas también son un problema de salud!