Pregunta para Parlamento de Andalucía
Es necesario normalizar y visibilizar la figura de mujeres que no quieren ser madres
Hola soy Irene, artista y andaluza. Soy la creadora del comic ‘No quiero ser mamá’, fruto de una vivencia personal, para visibilizar la situación que a las que nos tenemos que enfrentar muchas mujeres por el mero hecho de no querer ser madres a lo largo de nuestras vidas. Inicio esta petición para que las instituciones normalicen la decisión de las mujeres que no desean ser madres para que deje de ser un tabú en nuestra sociedad, sean respetadas y representadas en la sociedad con pluralidad.
Deben responsabilizarse de esta imposición social que recae sobre las mujeres y que está tan arraigada en la sociedad sobre la maternidad, necesitamos visibilizar que ser madre no es esencial en la vida de las mujeres, que determina tu valor en la sociedad y que no seamos juzgadas socialmente por ello.
‘No quiero ser mamá’ es un relato autobiográfico sobre la no maternidad por elección. A veces en clave de humor, a veces con un tono más reflexivo e introspectivo, la protagonista relata sus experiencias y vivimos con ella las situaciones y conflictos que genera la toma de tal decisión, aún tabú hoy en día. Una historia que cuestiona la "normalidad" impuesta, consciente o no, por la sociedad y la tradición y nos enseña, a todas y a todos, a tolerar y respetar las decisiones de los demás.
Es necesario que todos y todas tomemos conciencia desde la infancia que la maternidad no es una obligación o un signo de felicidad y plenitud para la mujer. La elección de no ser madres, es una elección igual de válida que la opuesta. Hay que educar a los niños y niñas en esta idea y eso debería empezar desde los primeros años de vida. El hecho de que mayoritariamente la sociedad potencie la maternidad en las niñas, por ejemplo, poniendo a las niñas un bebe como primer juguete , es sólo la punta del iceberg del problema. Este adoctrinamiento inconsciente, y aceptado socialmente, sumado a el hecho de que la industria audiovisual no visibiliza perfiles de mujeres que no quieren ser madres, y cuando lo hace lo hace desde la perspectiva negativa y autodestructiva, fomenta la falta de referentes femeninos para niñas y jóvenes. Esto dificulta la libre elección de la no maternidad como una opción real igual de válida que la maternidad, no siendo esto el papel determinante en tu proyecto de vida.
Desde pequeñas interiorizamos esta serie de roles y estereotipos arraigados en lo más profundo de nuestra sociedad, filtrándose en todos los aspectos de la vida de las mujeres que no quieren ser madres (personal, sanitario y laboral) y a largo plazo afectando a nuestra salud mental y sexual. Todo esto, además, es una vivencia que vivimos de espaldas a la sociedad, pues es un tema totalmente invisibilizado y nos encontramos aisladas y desconectadas en muchos casos de familiares y amigos.
Otro punto a destacar es la dificultad que encontramos en el sistema público de salud para ejercer nuestro derecho de decidir sobre nuestro cuerpo. Cuando decidimos a edades tempranas no ser madres (mayores de edad) y deseamos someternos a un proceso de ligadura de trompas, quedamos a merced del criterio del ginecólogo/a que considere que tenemos edad suficiente o somos suficientemente maduras para someternos a dicho procedimiento. Muchos profesionales sanitarios intentan convencer a mujeres que han tomado su decisión de que es un error o que podría arrepentirse, vulnerando así el derecho a decidir de éstas mujeres. Sin embargo, sí que nos instan a tomar anticonceptivos durante toda nuestra vida, llenos de hormonas, cuyos efectos secundarios pueden llegar muy nocivos para la salud, en pos de evitar embarazos que nunca se ha deseado, ni se desearán. No entienden o no quieren entender que hay mujeres que desde una edad temprana quieren renunciar a la maternidad. Este es un derecho sanitario que se nos niega por el simple hecho de ser mujer.
Tenemos que escuchar constantemente frases como “que se nos pasa el arroz”, “que somos egoístas e inmaduras” “que nadie nos cuidará cuando seamos mayores“ , “que no somos mujeres completas si no tenemos hijos” o "lo triste y solitaria que será nuestra vida por el hecho de no querer tener hijos”, soportar el aislamiento, la lucha interior por intentar ser fieles a lo que deseamos aunque muchas personas que queremos se sientan decepcionadas, y a eso hay que sumarle el juicio social sobre nuestra decisión. Hay una presión desmesurada en muchos ámbitos sobre la mujer para que sea madre, la idea de que para estar completa y feliz, hay que tener hijos, sino estás abocada a la soledad y la infelicidad y no debería ser así.
Ante esta situación pido al Parlamento de Andalucía que se visibilicen perfiles y referentes positivos de mujeres que no desean ser madres por decisión propia, que no se nos presione desde pequeñas hacia la maternidad y que a través de campañas y responsabilidad social impulsada por las instituciones la no maternidad deje de ser un tabú social y haya un respeto real sobre la decisión de las mujeres que no desean ser madres.