El PNV, en la Diputación de Bizkaia, hace economía para los mercados y no para las personas
Kaixo Izaskun!
Escribí un artículo de opinión respondiendo a esta pregunta hace poco, y me remito a lo que allí explicaba….
Llegan las elecciones y tenemos que estar preparadas para la munición de falsos titulares que pretenderá cargar Diputación contra la ciudadanía.
Nos hablarán de economía para las personas y de falsas prioridades mientras acción social y empleo, son paradójicamente, áreas cuyo peso específico departamental disminuye cada vez que tienen que definir los presupuestos.
Nos dirán que dedicarán a políticas sociales casi la mitad del presupuesto. Una falacia, teniendo en cuenta que de 10 euros, tan solo dedicaremos 3,8.
Nos dirán que mantendrán los servicios sociales públicos dependientes de esta institución, cuando la mayoría de los servicios sociales forales están ya subcontratados. Además, su apuesta aumenta diez veces más en el caso de las empresas privadas, en comparación con los servicios sociales que gestiona la propia Diputación.
Destinan al programa contra la exclusión, casi lo mismo de hace 3 años, a pesar de que las necesidades sociales se multiplican a pasos agigantados.
Han reducido las partidas destinadas a ayudas especiales para la inclusión social (destinadas a dar una mínima ayuda a quienes no pueden recibir ni siquiera la Renta de Garantía de Ingresos) de manera inhumana a menos de la mitad desde 2011 cuando los índices de pobreza cada vez son más alarmantes en nuestro territorio. Incluso entre quienes trabajan.
Diputación ya reconoció en 2012 que, como resultado de estos recortes, 1.500 familias se quedarían fuera del sistema de servicios sociales forales. Sin ninguna ayuda. ¿Cuántas serán en el 2015?
Y claro que otro modelo es posible. Es cuestión de voluntad política. Cuando el Gobierno Vasco decidió endurecer indiscriminadamente las condiciones para acceder a la RGI, la Diputación Foral de Gipuzkoa, creó unas ayudas especiales a quienes se excluía de la RGI y ha incrementado su presupuesto para 2015 que será de 9 millones de euros. Frente al 1,4 millones de Bizkaia, con índices de pobreza y desigualdad mucho más graves.
Con el modelo social asistencialista y no prevencionista de esta Diputación gestionada por el PNV, la condena a la desesperación es inevitable. Condenan a subsistir de la limosna. Cronifican la penosa situación de miles de familias. De las 16.000 personas que anualmente atiende el tercer sector en Bizkaia, casi 4000 llevan más de 5 años pidiendo ayuda a Caritas.
Y nos hablaran de los recortes de Bruselas y Madrid, obviando que endurecer los requisitos para poder acceder a ayudas y prestaciones, como hizo la Diputación de Bizkaia en diciembre de 2011, también es recortar.
Y nos hablaran de todo lo que hacen, pero obviaran lo que no hacen.
Se han negado por activa y por pasiva a reservar un fondo para ayudar a familias desahuciadas o en riesgo de desahucio.
En la aplicación de la Ley de Dependencia, se niegan a compatibilizar ayudas y prestaciones que en el resto de provincias compatibilizan, favoreciendo así, una vez más, la cobertura familiar y precaria de los cuidados.
Se niegan a abrir albergues o ampliar el número de camas en Bilbao y Ezkerraldea, cuando el propio informe elaborado por Diputación y UPV/EHU así recomienda y olvidándose de que más de 300 personas sin techo que sepamos, duermen cada día a la intemperie en Bizkaia. Y todos estos recursos están en manos del tercer sector.
No nos hablarán de como condenan a las mujeres a los cuidados dentro del entorno familiar. La Diputación de Bizkaia fomenta esta prestación con 50 millones de euros, en lugar de la prestación para la ayuda/autonomía personal (350 mil euros), impulsando que las mujeres sigamos atadas al rol de cuidadoras. Sin generar nuevo empleo y sin expectativas de desarrollo personal para la mayoría de estas mujeres sometidas.
Y claro que nuevamente, otro modelo es posible si se tiene voluntad política; La Diputación de Gipuzkoa destinará en 2015 a la prestación para la ayuda/autonomía personal, más de 16 millones de euros. Con menor población que Bizkaia. Todo por garantizar lo que en Bizkaia no es posible: el derecho a decidir libremente como recibir y dar cuidados.
Nos dirán que mantienen las partidas a la cooperación y desarrollo, pero no contarán que recientemente las habían recortado justo a la mitad. ¿Cuándo cumplirán el acuerdo de invertir la cantidad simbólica del 0,7?
No nos dirán que la Diputación de Bizkaia nos ofrece el sistema de servicios sociales más débil de toda la CAV. Así, la Diputación es responsable de que las coberturas de los servicios sociales en Bizkaia sean las más bajas de toda la CAV, provocando desigualdades entre las personas y un ejercicio desigual de derechos en función de tu lugar de residencia. Peor situación sociológica, menos protección y menos derechos.
No nos dirán que ofrecen el servicio de atención residencial más precario, con ratios obsoletas y sin voluntad de revisar la normativa existente, para que el servicio mejore la calidad y las condiciones laborales sean mejores.
No nos hablarán de su oferta de políticas sociales machistas, ni de ese rancio neoliberalismo disfrazado de humanismo que despiden sus discursos, ni de economía para los mercados. ¿Pero a alguien le queda alguna duda?
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Batu zaitez Osoigora