Pregunta para Congreso de los diputados
¿Por qué la logopedia sigue viéndose como una disciplina médica de segundo nivel? El déficit de reconocimiento de la logopedia no solo afecta al ámbito sanitario, sino que también está afectando al sistema educativo y de becas
La logopedia va mucho más allá de la "R" y de la población infantil; abarca desde neonatos hasta ancianos en las áreas de deglución, fonación y lenguaje. Queremos luchar contra el desconocimiento en esta disciplina sanitaria tan necesaria como las demás; la logopedia es salud y no un capricho. Además, actualmente hemos visto como con la crisis de la COVID-19 existen miles de afectados por la intubación con alteraciones en la deglución, habla y comunicación y los logopedas somos, si cabe, más importantes que nunca.
La logopedia es esencial como disciplina sanitaria de atención primaria en hospitales, y actualmente el sistema de salud público no le está dando la importancia que se merece. Se calcula que los profesionales de esta disciplina trabajando en el sector público son cerca de 150 para toda España, un número ínfimo teniendo en cuenta que los logopedas somos necesarios en la vida de muchísimas personas que no pueden depender de vivir en un sitio u otro para tener acceso a diversas especialidades médicas.
Este es un problema que no afecta sólo al sistema sanitario, sino que también está afectando al sistema educativo. El borrador del decreto de becas para próximo curso (2021-2022) especifica que se ayudará sólo a cuatro grupos concretos, dejando fuera a los alumnos con dislexia, disortografía, discalculia y TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Es necesario que tanto el sistema de salud público como el de educación se tomen las dificultades del lenguaje como algo serio y den ayudas a las personas que las padecen. El acceso a la logopedia no puede ser un privilegio.