Hola, soy Isabel, tengo 44 años soy de Sevilla y acabo de comenzar la batalla contra el cáncer de mama. 

Desde que cumplí los cuarenta, tengo quistes en el pecho, por lo que, al notarme bultos, no me preocupé en exceso en un primer momento. Me hice pruebas, pero nada era definitivo. Hasta que este treinta de enero, que empecé mi día como otro cualquiera en el trabajo, recibí una llamada de mi ginecóloga. 

No soy capaz de recordar bien el momento en el que me dijo que tenía cáncer. Pero sé que desde entonces veo la vida desde otra perspectiva. Llevaba una vida en el que el trabajo era mi vida, pero la vida es otra cosa que nos estamos perdiendo mientras nos distraemos con otras prioridades. 

Este lunes empecé mi tratamiento de quimioterapia para el carcinoma que tengo en los dos pechos. Estoy preparándome psicológicamente para lo que viene después, la caída del cabello y posteriormente, la operación para extirparlos. 

Si algo tengo claro es que el cáncer no me va a frenar, solo me va a retener durante un tiempo el tratamiento para curarlo. 

En mi caso, el carcinoma lo he podido coger a tiempo gracias a que puedo permitirme ir a un ginecólogo privado, pero es imprescindible para todas las mujeres que se realicen mamografías y ecografías a partir de una edad temprana, no tiene sentido que, si se diagnostican tantos casos en chicas tan jóvenes, sólo sea obligatorio a partir de los 40 o 50 años.

Pero, sobre todo, lo que quiero trasmitir a los políticos del Parlamento de Andalucía es la necesidad de realizar analíticas con marcadores tumorales al mayor número de personas posible, ya que, con un simple análisis de sangre, se puede saber si una persona tiene cáncer, solo haría falta buscar donde esta el cáncer, una vez que de positivo.