Me llamo Isabel y he superado un cáncer de mama.

Hace 14 años, cuando tenía 38, me noté un bulto en el pecho. Visité a mi médico y, tras explorarme, me dijo que no era maligno. Dos años más tarde empecé a sentir mucho dolor e hinchazón en ambos pechos, por lo que decidí volver al médico. Observaron que lo que tenía eran bultos de líquido, y decidieron ir vaciándolos cada cierto tiempo. Además, empezaron a realizarme mamografías cada seis meses.

En el año 2019, vieron algo sospechoso en los resultados de una de las mamografías, por lo que me solicitaron una biopsia. Como no veían nada claro, decidieron hacerme otra pasados seis meses, pero como seguían sin salir de dudas, a las tres semanas me extirparon el bulto. Tras analizarlo me confirmaron que padecía un cáncer de mama. 

Por suerte, el tumor estaba encapsulado y, aunque tuve que volver a pasar por quirófano para que me limpiasen toda la zona, no me tuvieron que administrar quimioterapia. Sí me sometí a 15 sesiones de radioterapia y ahora me hacen revisiones periódicas de control.

Aunque me siento afortunada por lo bien que ha salido todo, me hubiese gustado recibir un mejor trato por parte de los profesionales sanitarios, ya que en muchas ocasiones sentí que solo era un número más. Por otra parte, también soy consciente de que haber mantenido una actitud positiva durante todo el proceso me ayudo a superar el cáncer sin demasiado sufrimiento. En este sentido, creo que es muy importante no dejar de hacer las cosas que nos gustan.

Por ello, con esta iniciativa pido al Parlament de Catalunya que destine más recursos a la investigación del cáncer y a mejorar el trato y la comunicación médico-paciente.