Me llamo Jackeline, resido en Murcia y tengo una niña con Autismo. Yo noté cosas desde el principio, teniendo en cuenta que nació en plena pandemia, y a hasta los 15 meses, todo parecía correcto. Pasaban los meses, y apenas hablaba, empezó a estancarse en su desarrollo y eso no me pareció lógico. Nos dieron el diagnóstico a finales del año 2022; Camila no quería hacerse las pruebas ni acercarse al médico, lloraba ante la situación y no lograban hacerle ningún test. El neuropediatra me preguntó qué hacía para calmarla y yo le comenté que le ponía los dibujos en el móvil; al terminar de hacerme todas las preguntas del cuestionario me dijo que mi hija tenía TEA, tiene un diagnóstico de autismo en tercer grado.

No me sentí apoyada en ningún momento, pedí el cambio de colegio a otro especializado en Autismo, en el que iba no le prestaban la atención requerida, ni practicaban con ella actividades adaptadas. Todas las terapias que le hemos dado a Camila, han sido por lo privado, y toda la información, más de lo mismo, metiéndome en grupos, foros y páginas informativas. Actualmente, continuó informándome de todas las actividades y terapias que puedo realizar con ella, además de las ayudas a las que puedo optar porque, como mencionaba, nadie me orientó en nada. Solo recibe ayuda de logopeda y de la terapeuta ocupacional.

Nos encontramos ante un problema, y es que en Atención temprana, nos dijeron que tiene que tener una logopeda y una PT con ella constantemente y no todos los colegios públicos tienen ese apoyo, en nuestra comunidad cuesta mucho encontrar un centro con estas características. Mejor no hablamos de las tremendas listas de espera que hay simplemente para que te den algo de información orientativa sobre qué tienes que hacer o a dónde tienes que llevarla.

Necesitamos ayudas para terapias para que puedan llevar una vida, dentro de lo que cabe “normal”; es fundamental ayuda y apoyo psicológico para los padres, es un proceso muy duro como para llevarlo sola. Hace poco me enteré que podría haber solicitado antes las ayudas, pero si nadie te lo dice, no puedes saberlo; hasta entonces, ha tenido que salir todo de mi bolsillo. Todo esto es tremendamente costoso y no todas las familias podemos permitírnoslo, y es fundamental que reciban todo esto para poder tener un buen desarrollo. Todos tenemos los mismos derechos, independientemente del nivel económico que tenga cada familia. Camila no se comunica y eso es muy duro para mí como madre, con el apoyo y las terapias adecuadas, puede avanzar mucho más.