Hola, mi nombre es Javier Esteban. Soy periodista y presidente del Consejo Editorial de Ibercampus. Actualmente, en el mercado laboral tanto los jóvenes como los seniors sufren los mismos problemas de precariedad y falta de empleo. El edadismo golpea a ambas generaciones por igual. Pero en vez de buscar soluciones globales se propicia un falso choque generacional.

La esperanza de vida laboral en España es de 34,8 años, menos de los años exigidos para jubilarse con el 100% de la pensión. Pero no se consigue un empleo estable hasta los 30 años y a partir de los 50-55 ya estás pensando que en tu empresa pueden despedirte en cualquier momento con nulas esperanzas de volver a encontrar empleo. Cada vez los despidos se dan a edades más tempranas. Se normaliza que se despida a los mayores para contratar a los jóvenes como una forma de relevo. 

Pero no es así: se echan a los seniors para contratar a los juniors con la excusa de que, como no tienen suficiente experiencia, les pagan menos: se trata de abaratar costes, no de invertir para mejorar la competitividad y la productividad de las empresas a través de la inversión en talento. 

En la antítesis de lo que debe ser el relevo generacional, el intercambio de ideas y experiencias entre generaciones. 

Todas los organismos y analistas internacionales advierten de que el edadismo es incompatible con el futuro del empleo y la economía. Que la transformación digital debe centrarse en preparar el talento sin discriminación de edad para un desafío común.

Pero mientras políticos, empresas y agentes sociales se apropian de ese mensaje, se siguen firmando acuerdos de despido colectivo para expulsar a los mayores de 50 años en las mismas empresas que cierran la puerta al empleo joven. Y en el colmo de la hipocresía, utilizan como excusa la transformación digital. 

Es importante crear un modelo laboral de convivencia entre plantillas. Por ello quiero dirigirme al Congreso de los Diputados. Para que la reforma laboral y de pensiones que se está proponiendo de cara a otoño, pero también los planes para modernizar la economía española con fondos europeos supongan un verdadero avance para erradicar el edadismo en sentido amplio. Se debe actuar tanto en el desempleo juvenil como en el desempleo senior. 

Se debe crear una idea de convivencia basada en un intercambio eficaz y real entre trabajadores de todas las edades, con talento, formación y experiencia diferentes, que mejoren el potencial creador de empleo de nuestras empresas, que necesitan una legislación que les ayude a contar con el talento como una inversión productiva y no como un mero coste que se tiene que abaratar al mínimo.