Pregunta para Parlamento de Andalucía
Por poco gluten que comamos los celíacos, aunque sea una miga de pan, afecta muchísimo a nuestro organismo. ¿Para cuándo más campañas de concienciación sobre la celiaquía y la contaminación cruzada, especialmente en la restauración?
Me llamo Jennyfer, soy de un pueblo de Málaga y me diagnosticaron celiaquía hace tres años. Cuando empecé la dieta sin gluten, empecé a encontrarme muchísimo mejor. Alguna vez me la salté, pero cada vez me sentaba peor, así que finalmente decidí llevarla de forma muy estricta.
En el campo de la celiaquía se habla mucho de la contaminación cruzada, que ocurre cuando se mezclan platos sin gluten con productos que sí lo llevan. Esto puede ocurrir en la cocina, en las despensas, en la nevera, en la mesa… Por eso en un restaurante pueden decir que un plato no lleva gluten por los ingredientes que lleva, pero si no se han tomado precauciones en las cocinas, puede estar contaminado.
Cada vez que me he contaminado sin darme cuenta, me he puesto muy mala. Pero no solo es una cuestión de encontrarse mal en el momento, sino también de que el gluten deja una lesión en el intestino de las personas celíacas que puede tardar meses en recuperarse. Por eso es tan importante vigilar con todo lo que comemos.
El desconocimiento sobre la celiaquía y la contaminación cruzada ha hecho que me vea en situaciones muy incómodas. Por ejemplo, más de una vez me he sentado en un sitio para comer, me han dicho que tienen platos sin gluten pero, al ver que no conocen la contaminación cruzada, he tenido que irme. No puedo permitirme este riesgo.
Ante esto, quiero dirigirme a los miembros del Parlamento de Andalucía, ya que soy de Andalucía y son mis representantes en dicha cámara, para que haya más campañas de concienciación sobre la celiaquía y sobre el peligro de la contaminación cruzada, especialmente en el sector de la restauración.
Estos últimos años me he dado cuenta de que, si uno no tiene un amigo cercano o familiar con celiaquía, sabe muy poco sobre esta enfermedad. La celiaquía no es una intolerancia ni una alergia, ni mucho menos una moda. No tomar las precauciones necesarias puede llevarnos consecuencias graves a largo plazo.