Pregunta para Parlamento de Canarias
Rompamos con los estereotipos de belleza para que las niñas y los niños crezcan libres, ¿cuándo se educará contra la gordofobia y sobre la diversidad corporal?
Soy Jesica García, psicóloga y desde hace un año empecé a adentrarme en estos temas de diversidad corporal, por una búsqueda personal al estar inmersa en la cultura de la dieta y por haber querido modificar mi cuerpo, al haber recibido siempre estos mensajes que te dicen que tu cuerpo está mal desde que era niña. Es un mensaje negativo hacia los cuerpos de las personas que te lo mandan muchas personas: los médicos, tus padres, tus compañeros de la escuela, los adultos, etcétera. En ese momento te dices a ti misma que tienes que hacer dieta, que tu cuerpo está mal y tienes que modificarlo.
Me encontraba en una crisis personal y decidí que no iba a hacer más una dieta, porque cada vez que hacía una, después volvía a recuperar el peso perdido. No entendía lo que me estaba pasando y fue entonces cuando encontré información sobre otros enfoques que no se centran en el peso y que hablan de salud en todas las tallas, hablan de que es posible tener una relación más amable con el propio cuerpo sin tener que alcanzar ningún canon de belleza. Cuando se empiece a educar en la diversidad corporal vamos a cambiar mucho la visión tanto de las niñas como de los niños, es importante que aprendan que todos los cuerpos son buenos cuerpos, no solo los delgados o los que vemos en la televisión y en las redes sociales.
Los niños, las niñas y también los adultos, vemos estereotipos en redes sociales que después interiorizamos. Sobre los cuerpos gordos nos dicen que no son válidos, que son vagos, que son cuerpos fracasados y debemos empezar ya a romper con esa estructura. La gordofobia es un rechazo al cuerpo gordo, tanto el propio como el de los demás. Si desde la infancia empezamos a construir educadores que entiendan de la diversidad corporal y puedan hablar desde ese lugar, quizás se empiece a vislumbrar un cambio.
Ocurre lo mismo con el feminismo, son temas que se deben empezar a tratar desde la infancia, como pasa con los estereotipos de roles de género. Hace pocos días un influencer hablando de alimentación real subió una imagen en la que comparaba los cuerpos de personas muy delgadas en 1960 con otros cuerpos de niños un poco más gordos en la actualidad, eso es una clara alusión a la gordofobia, por mucho que dijese que no lo era. Es sutil, pero en esa publicación hay discriminación porque se trata de marcar la diferencia hacia los cuerpos gordos. El impacto que tienen esos mensajes es tremendo. Podemos enseñar a comer bien y educar en la práctica del deporte, pero no lo hagamos desde el rechazo a los cuerpos gordos.
Este movimiento de justicia social que promueve la salud en todas las tallas, el cual comparto, defiende que un cuerpo gordo puede tener salud independientemente de su peso y su tamaño. Un cuerpo más gordo puede tener unas buenas analíticas, hacer ejercicio y comer bien. Del mismo modo, un cuerpo delgado que uno presupone como saludable, puede comer mal y tener unas malas analíticas. Por ser un cuerpo gordo no podemos afirmar que hay que cambiarlo porque no es saludable. Rompamos con todo esto desde la infancia para incluir a este tipo de cuerpos.
Hay personas que simplemente por tener una complexión más grande les ponen a dieta, pudiendo desarrollar un problema mucho mayor a largo plazo como consecuencia de haber sometido a tu organismo en un estado de hambruna. Hoy muchas personas están gordas por haber empezado una dieta al decirles que su cuerpo estaba mal. Muchas personas ven ahora sus fotos de adolescentes y comprueban que no tenían un cuerpo gordo cuando empezaron las dietas y no, no lo tenían, pero no era un cuerpo aceptado por la sociedad y les instaron a restringirlo y a cambiarlo. No aceptamos la diversidad.
Hoy el feminismo está ganado un lugar importante, pero con la gordofobia estamos más atrás. También demos hablar de la homofobia y de la xenofobia porque todo debería estar alineado, no podemos hablar de unos temas sin hablar del resto, la manera de educar tiene que ser consecuente. Empecemos a romper con el estigma del peso que es algo muy grande porque te discriminan y te señalan cuando vas a comprar ropa y no la encuentras, cuando te quieres subir a un avión y tienes que comprar un billete extra y lo que suponemos cada vez que vemos a una persona gorda y opinamos sobre su salud.
Por todo esto, pido a los políticos del Parlamento de Canarias que se comprometan a educar en las aulas sobre la diversidad corporal y contra la gordofobia. Rompamos con estos estereotipos de belleza tan marcados y dejemos que los niños y las niñas crezcan y coman siendo libres. Hay una industria millonaria sobre productos aldelgazantes, tratamientos de belleza, etcétera, que se lucra y aprovecha de nuestras inseguridades para ganar dinero diciéndote que tienes un problema que hay que arreglar y no hay nada que arreglar. Cuando empiezas a recibir estos mensajes en la infancia puedes terminar desarrollando un trastorno de alimentación, creces sin libertad.