Mi nombre es Jessica y estoy atravesando un cáncer de mama. Todo comenzó porque hubo una temporada donde perdí mucho peso. Yo creía que era debido a que estaba haciendo obras en casa e igual era por el estrés. Al quedarme tan delgada me noté un bulto en el pecho, así que acudí al ginecólogo.

La verdad es que la cita al ginecólogo, al decir que se trataba por un bulto, me la dieron bastante rápido. De ginecología me derivaron a hacerme una mamografía. Al cabo de una semana me dijeron que en la mamografía no se veía bien, por lo que era mejor hacer una ecografía.

Tras la ecografía me hicieron una biopsia. Esto fue el 13 de septiembre. Sin embargo, de la biopsia al resultado pasó mucho tiempo. Me tuvieron que ingresar en el psiquiátrico porque me dio un ataque de ansiedad, que no supe controlar. Hasta el 24 de septiembre no supe mi diagnóstico. Parece poco, pero cada día te levantas sin saber qué tienes. 

Creo que es fundamental que se proporcione ayuda psicológica también en esos momentos de espera. Muchas veces esos tiempos son muy largos y la incertidumbre también mata. Necesitamos a alguien que nos guíe en esos momentos, alguien con quién compartir lo que está pasando. 

Tras saber el diagnóstico me hicieron bastantes pruebas, y ahora estoy esperando a ver cuándo empiezo la quimioterapia. Creo que en estos casos los procesos deberían ser más rápidos. En el cáncer cada minuto cuenta.

También me parece importante que se destinen muchos más recursos en la investigación de esta enfermedad. Y que desde las instituciones se trabaje para que el cáncer no esté tan estigmatizado. 

Me gustaría que el Parlamento de Cataluña se hiciera eco de estas peticiones.