Mi nombre es José Juan, soy arterapeuta y educador artístico para la inclusión social, especializado en acompañar a personas con diversidad funcional. 

Las medidas cautelares establecidas por las instituciones para la prevención del contagio del COVID19, han hecho que distintas realidades dentro del ámbito de la discapacidad se vean afectadas.

Durante los periodos de confinamiento, estas personas no han podido ser atendidas como requieren, aumentando así el grado de vulnerabilidad del entorno familiar y de los profesionales que luego les atienden. Esto es debido a que, para un gran porcentaje de este colectivo, los medios de atención directa de forma natural y presencial es primordial ya que resulta algo necesario debido al vínculo afectivo que se genera a través del contacto físico o visual. 

A esto hay que sumarle que, en muchas ocasiones, la pérdida de este tipo de contactos supone para muchas de ellas obstruir el desarrollo de la capacidad de comunicación y comprensión de todo lo que sucede a su alrededor. 

De esta forma tanto los familiares como los profesionales que los atienden se ven a menudo envueltos en situaciones paradójicas donde los estados anímicos de confusión, duda, impotencia, frustración y culpabilidad hace que aumente el grado de sufrimiento en la relación con ellos mismos y los demás. El no saber cómo manejar las emociones que se desencadenan ante situaciones cotidianas, hace que en la rutina diaria aumente el estrés de las personas que les atienden o conviven con ellas, desencadenando crisis de ansiedad. A su vez estas crisis derivan en conductas disfuncionales, disruptivas, auto-lesivas o hetero-agresivas por parte de las personas con diversidad funcional, al no contar con los recursos necesarios para canalizar toda la emocionalidad que surge en la relación con el familiar o profesional. 

Esto está dibujando un paradigma social que impacta en la salud y el bienestar de estas personas, aumentado el grado de vulnerabilidad y haciendo que se conviertan en una población mucho más expuesta a la crisis sanitaria, educativa, económica y social que estamos padeciendo. 

Por esto quiero dirigir esta campaña a los políticos del Parlamento de Andalucía, para preguntarles que líneas de actuación prevén para atender las secuelas que el COVID-19 ha causado en la salud emocional de las personas con discapacidad y, de este modo, no se queden atrás en esta realidad socio afectiva donde es preciso seguir remando hacia un desarrollo sostenible centrado en la inclusión de la diversidad. 

Durante el confinamiento del mes de marzo de 2020, nos dimos cuenta de lo mucho que necesitamos al resto de personas que son diferentes a nosotros para co-crear una sociedad que funcione a favor de la humanidad.

Así fue cómo surgió Xispirito: el clown que da nombre a un proyecto de intervención sociocultural centrado en la diversidad humana que promueve la salud y el bienestar emocional mediante el arte, para hacer frente a la crisis de miedo presente en nuestra sociedad de una forma lúdica y creativa.

¿Te has parado a pensar cómo está viviendo esta realidad una persona cuya única expresión social para comunicarse es a través del contacto?, ¿o lo difícil que debe ser para un niño con dificultad de atención asistir a clase a través de una pantalla?. De nuevo, quienes más atención necesitan corren el riesgo de ser olvidados, y las repercusiones educativas y socio afectivas pueden ser fatales.

Este proyecto tiene como misión acercar a las personas recursos que ayuden a canalizar todo lo que está desencadenando el miedo a través de un discurso accesible, inclusivo, empático y asertivo mediante el lenguaje universal del juego y la creación. Crear remedios para combatir las secuelas de la hostilidad y la desazón social promoviendo cuidados centrados en los valores humanos que derivan del amor hacia la diversidad de las personas. Hay que fomentar en la educación social la visión de que el amor a la diversidad parte del respeto, la gratitud, el cuidado, la confianza y la seguridad en uno mismo y en los demás, algo que he aprendido de mis pacientes durante todos estos años.

Necesitamos contagiarnos de amor social en estos tiempos tan convulsos. 

A través de mensajes de sensibilización queremos dar visibilidad a esta realidad y ofrecer recursos creativos que ayuden a prevenir esas posibles secuelas que pueden llegar a afectar el desarrollo de la salud social en general y de estos colectivos en particular. Todos los integrantes de la sociedad estamos invitados a participar en este proceso de Re-humanización para lograr la inclusión, ya que todos somos necesarios en ella.

Desde el nacimiento de Xispirito he vivido situaciones realmente emotivas de gente que ha vuelto a despertar en el amor. Todos tenemos derecho a reír y volver a sentirnos bien, la gestión emocional después de la pandemia debe ser uno de los puntos a tratar desde las instituciones públicas.

Queremos trabajar para que nuestro proyecto llegue a todo aquel que lo necesite. Nuestra acción humanitaria tiene como objetivo crear una red de recursos que promueva la salud emocional y el bienestar integral de las personas con diversidad funcional.

Firma y comparte la campaña para que los políticos nos escuchen. 

Creer es crear.