La apuesta es un aumento progresivo de los fondos destinados a investigación
Kaixo Olatz.
Antes de contestar a la pregunta que me formulas y comentar algunas de las reflexiones que realizas, quería empezar por trasladarte todo mi ánimo a ti y a tu familia, así como mi reconocimiento a las personas que lucháis diariamente para vencer esta enfermedad. Desgraciadamente, todos hemos vivido situaciones de parecida índole en nuestro alrededor, y sabemos lo que supone.
Como sabes, la sanidad es una competencia transferida a las Comunidades Autónomas y, por tanto, algunas de las cuestiones que planteas las responderé en clave vasca facilitándote algunos datos que quizás te interesen.
Comparto contigo la importancia del acompañamiento emocional en un proceso tan duro como el que estás viviendo. Es, precisamente, uno de los aspectos nucleares del Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023, que tiene entre sus principales objetivos la humanización de la atención oncológica. El documento señala la garantía de un enfoque multidisciplinar en la atención de los pacientes con cáncer. En el siguiente enlace puedes consultar el documento y su presentación ante el Parlamento Vasco a finales del año 2018:
http://www.legebiltzarra.eus/ords/f?p=120:18:32259145321439::NO:RP,18:P18_ID,P18_EXPAND:62449,N
Por otro lado, y como dices, la investigación es clave en la lucha contra el cáncer y las administraciones tienen, de acuerdo con sus competencias, distintos programas, organismos y actividad investigadora en marcha. Según cifras facilitadas por el departamento de Salud del Gobierno Vasco, en septiembre de 2019 había en la CAV 250 ensayos clínicos activos en cáncer además de 121 proyectos de I+D en cáncer.
Soy consciente de que casos como el tuyo son la muestra de que esas cifras no son suficientes. Pero también debemos tener en cuenta que en el ámbito de la investigación para la salud hay múltiples necesidades y los recursos no son ilimitados. En todo caso, desde la responsabilidad, atendiendo a la realidad poliédrica que nos rodea e intentando analizar toda situación de necesidad, seguiremos apostando por un aumento progresivo de los fondos destinados para investigación sanitaria.
Besarkada bat,
Joseba Agirretxea
Partekatu
Hola,
Me llamo Olatz Vázquez, tengo 26 años y soy de un pueblo de Euskadi llamado Sopela. Soy periodista y fotógrafa. El pasado 9 de junio de 2020 me diagnosticaron un cáncer gástrico con metástasis abdominal.
Muchos de los que leáis mi historia os preguntaréis: ¿qué supone tener este tipo de cáncer? ¿Cómo puede afectar en la persona? Lo que estoy viviendo y sintiendo, por desgracia, refleja que es un tipo de cáncer muy desconocido en la sociedad. Uno de los primeros comentarios que escuché y que me impactó fue: “es muy raro que siendo tan joven tengas este tipo de cáncer”. ¿Realmente debemos fijarnos en la edad de la persona para juzgar o deberíamos mirar más la sintomatología de aquella y hacer un análisis basado en lo que le sucede?
En mi caso antes de que todo esto viniese el cáncer era algo desconocido para mí. Apenas había escuchado hablar de él y la información que había recibido era muy poca. Sin darte cuenta ves que entras en un proceso continuo de: consultas, pruebas, llamadas, hospitales, decepciones, miedo, shock y un largo etcétera.
Nadie nos prepara para este tipo de realidades pero he podido darle la vuelta, aceptar mi enfermedad y continuar con mis tratamientos. En todo mi periplo he pasado por distintos hospitales y médicos. Ahora mismo me encuentro esperando para ser tratada en el hospital Vall d´Hebron de Barcelona en el cual, gracias a los magníficos profesionales que ahí trabajan, voy a poder seguir recibiendo mis tratamientos.
Durante estos meses me he dado cuenta de que mi tipo de cáncer es desconocido a nivel social. Uno de los problemas y achaco la falta de información a ello es el mensaje que muchas veces se traslada a la ciudadanía de que el “cáncer es una enfermedad que afecta a todos por igual” y ya está. Este mensaje es un profundo error, ya que los tratamientos y síntomas tomando como ejemplo mi caso, son totalmente distintos a otros tipos de cánceres. Cada cáncer es un mundo y es necesario destinar los recursos necesarios a su investigación y correcta información de los mismos. Siguiendo con mi ejemplo, por el mero hecho de que sea un cáncer desconocido es injusto olvidarse de él y en la investigación de sus posibles curas. Más aún me atrevería a decir que deber ser justo lo contrario: en los casos que desconozcamos aún mayor ha de ser la inversión en investigación. Esto se debe aplicar al cáncer y al resto de enfermedades.
Uno de los puntos que me gustaría remarcar, políticos del Congreso de los Diputados, es de primera necesidad: es necesario solucionar la ausencia de ayuda psicológica que tienen muchas personas con cáncer durante las horas de tratamiento y consultas con sus oncólogos y oncólogas. En mi caso, la ausencia de este acompañamiento de debe a la crisis sanitaria derivada por la COVID-19. En los hospitales de día se ha prescindido de este apoyo por precaución, pero su apoyo, orientación y consejo, sobre todo en los primeros días de contacto, son clave para seguir adelante. Independientemente de cómo se encuentre ahora mismo la situación debido a la pandemia, estos problemas son una realidad y urgen medidas alternativas para que este acompañamiento psicológico sea constante en todo nuestro proceso. Insto a los políticos del Congreso de los Diputados a que planteen medidas para ello.
Otra de las necesidades es la falta de recursos que se destinan, por una parte a la investigación de todo tipo de cánceres y, por otra, a la concienciación de lo que supone tener cáncer. La investigación es la que encontrará curas y salvará vidas. Si se recorta en este aspecto poco vale lo que se pueda decir. Me gustaría preguntarles si en los presupuestos generales del estado del año 2021, que aún están negociando, tienen pensado destinar más partidas presupuestarias para que haya más investigadores trabajando y, en consecuencia, haya más opciones de que se pueda encontrar una cura a mi enfermedad.
Respecto a la concienciación, sé que de la noche a la mañana no cambiará pero una labor de las universidades, por poner un ejemplo, debe de ser informar a sus estudiantes de lo que es un cáncer, cuál es su sintomatología y qué hacer en caso de tener dudas. La detección precoz y la correcta información entre la gente (y muy importante la gente joven) puede salvar muchas vidas.
Me dirijo a ustedes, políticos del Congreso de los Diputados, porque son mis representantes en dicha cámara y considero imprescindible que hagan todo lo que está en sus manos para que los recursos disponibles vayan a la investigación, información y concienciación del tipo de cáncer que yo tengo pero a todos los demás también.
Es necesario aplicar políticas sociales que protejan la vida de las personas. Es necesario, ahora más que nunca, empatizar con la ciudadanía, conocer sus problemas y darles una solución. Es necesario un plan integral estatal para que todos los recursos disponibles vayan a la salud de las personas y podamos seguir viviendo.
Batu zaitez Osoigora