Las políticas económicas y de empleo implementadas en los últimos gobiernos del Estado español son responsables junto con la crisis económica, de que este tenga el dudoso honor de liderar rankings de desempleo entre los paises desarrollados.

Las recientes reformas laborales, diseñadas con el objetivo exclusivo de abaratar el despido y el coste de la mano de obra, y aprobadas sin consenso social, se han mostrado claramente ineficaces para dinamizxar el mercado de trasbajo, y de dotar de empleo de calidad.

Por lo tanto, en lo que esté en nuestra mano, propiciar su derogación.