Hola, mi nombre es Juan Caneda y tengo 29 años.  

A principios del mes de Abril, escuché la palabra Leucemia linfoblástica aguda. Me quedé en shock y me costó asimilar días que estaba enfermo y que tenía que luchar mucho para afrontar esta enfermedad. 

El primer encierro entre pruebas y ciclo de quimio duró 49 días exactamente, tuve bastante suerte, sin muchos efectos secundarios y con la compañía de mi ángel de la guarda, mi novia, se hizo más llevadero. 

El segundo ciclo era para estar en el hospital 7-10 días pero por complicaciones con dos trombos estuve 26 días, otra vez a luchar y acostumbrarse a estar encerrado, fue ahí cuando decidimos hacer el trasplante de médula. 

Y.... llegó este último encierro el día 26 de julio. Semana de radioterapia y quimioterapia dejándome KO física y psicológicamente tocado de estar tanto tiempo encerrado entre cuatro paredes. Pasan las semanas y todos esos efectos secundarios que parece que te van a "matar".
 

Pero poco a poco estos efectos van desapareciendo y van subiendo las defensas. Sigo en el hospital pero me queda poco para irme a mi casa y disfrutar de mi casa y de mi gente.  
 

Desde aquí me gustaría que las autoridades pertinentes de las comunidades autónomas y del estado hagan más campañas de concienciación sobre la importancia de donar médula.  
 

Como soy gallego, quiero pedirle especialmente al Parlamento de Galicia, que se implique en publicitar la donación de médula, ya que mucha gente no encuentra donante porque pocas personas conocen lo que implica ser donante y como poder serlo, ademas de ayudas en especialistas para que a los pacientes oncológicos nos sea mas llevadero todo el proceso.