Un grave accidente de moto me cambió la vida: tras una temporada en la UCI del 12 de Octubre me derivaron al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo donde tuve que asimilar y adaptarme a una nueva vida en la que dependo de una silla de ruedas. En Toledo, todos los pacientes con lesiones medulares tienen que aprender a vivir con movilidad reducida y todo en ese hospital está pensado para que todo tipo de rehabilitación y terapias nos ayuden a ser lo más autónomos e independientes posible dentro de nuestra nueva situación.

El mayor trabajo que tenemos que hacer es mental, ser consciente de cómo te ha cambiado la vida y aprender aceptarlo. Convivir con tu nueva situación, reaprender cada tarea cotidiana desde la perspectiva de la silla de ruedas, que se convierte en nuestro medio de vida, en nuestras piernas.

El deporte fue un extra en mi proceso de rehabilitación y adaptación en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, estuve probando varias disciplinas de deporte adaptado y finalmente me decidí por el parabádminton. Es un despeje mental magnífico y por muy duro y doloroso que sea practicar un deporte desde una silla de ruedas tu cuerpo se olvida y se concentra en la competición.

Estando todavía en Toledo participé por primera vez en un campeonato de España y desde entonces no he parado: campus de parabádminton, más campeonatos a nivel nacional y también competiciones a nivel internacional. Es estimulante darte cuenta de todo lo que se puede conseguir aún estando en silla de ruedas pero también es un poco frustrante todas las barreras que te encuentras si quieres seguir profesionalizándote en un deporte. 

En cada disciplina de deporte adaptado se necesita un tipo de silla de ruedas específico para un mejor rendimiento, estas sillas  tienen unos precios muy elevados sólo al alcance de unos pocos. También es necesario contar con un entrenador, con medios y recursos para que podamos entrenar y sacar todo el partido posible a nuestra participación en competiciones. Para todo esto hace falta dinero y no nos lo ponen nada fácil. 

Sin contar con un sponsor que financie todo es muy complicado, nos hemos reunido con federaciones de bádminton para conseguir que se apueste por esta disciplina pero todo depende de los recursos públicos que se dediquen. Conociendo a jugadores de otros países en competiciones internacionales lo ves aún más claro, si nuestras instituciones no invierten en nuestro potencial es muy complicado que compitamos en igualdad de condiciones. Todo es incluso más difícil que en un deporte minoritario. 

Lo cierto es que no es la única dificultad que nos encontramos las personas con movilidad reducida. Nuestra vida cambia al 100% pero no nos lo ponen nada fácil: adaptar tu piso, tu baño, tu coche es una inversión de dinero no apta para todos los bolsillos. Lo mismo ocurre con los precios de las sillas de ruedas, una normal como la que tengo asciende a 3.500 euros, las específicas o deportivas son mucho más costosas. Existen ayudas públicas para financiar para cubrir estas necesidades y adaptaciones pero lo cierto es que la burocracia puede eternizarse. En mi caso llevo casi nueve meses esperando una solicitud sobre este asunto presentada a la Comunidad de Madrid. 

Y mi caso no es el único, ni siquiera el más grave. Somos muchos pero no nos lo ponen fácil para rehacer nuestra vida sobre una silla de ruedas. A las dificultades económicas se unen las barreras arquitectónicas. Contando mi experiencia en esta petición quiero poner mi granito de arena para romper las barreras sociales y normalizar la movilidad reducida. Firmando y compartiendo esta petición podremos hacerla llegar a los grupos políticos de la Asamblea de Madrid para que nos respondan: ¿Por qué no se dedican más recursos públicos en promocionar el deporte adaptado y dotar de recursos suficientes a las personas que queremos dar nuestro potencial en estas disciplinas deportivas? ¿Por qué tenemos que sortear tantas dificultades sociales y económicas?