Soy Juan Pedro Pedraja, tengo 52 años y llevo trabajando 25 años a turnos en el 112 de Asturias. A día de hoy y con la edad de jubilación en 67 años, debería aguantar 15 años más trabajando para poder recibir mi pensión, pero mi salud no me lo va a permitir. No todos los trabajos son iguales ni tienen el mismo desgaste físico y emocional. No es lo mismo trabajar en el monte talando árboles o llevar toda la vida trabajando a turnos de mañana, tarde y noche, que estar en un despacho con un ambiente controlado de 8h a 15h.

Mi trabajo concretamente tiene una carga de estrés enorme. Por otra parte, trabajar a turnos produce un desgaste físico importante que con los años se agrava. Con mis 25 años en la empresa mas 6 años previos cotizados anteriormente, hablamos de que cuando me llegue la edad de jubilación tendré 47 años cotizados. Teniendo en cuenta la tasa de paro juvenil y la cantidad de gente que hay buscando trabajo, es incongruente jubilarnos a los 67 años. 

Nos quieren hacer ver que el sistema de pensiones siempre está en crisis, que por eso tenemos que trabajar más años. Pero lo cierto es que se ha metido mano al dinero de las pensiones para subsanar las necesidades de la administración. Es necesario que se busquen otras alternativas para financiar las pensiones. Hay mucha gente trabajando en condiciones penosas. No se puede explotar a la gente hasta que no pueda más. Entre otras cosas, eso supone un incremento del gasto sanitario a largo plazo. 

A día de hoy los bomberos y los policías se jubilan a edades más tempranas, algo que debería trasladarse a otro tipo de profesiones. Por ello quiero dirigirme a los políticos del Senado, es necesario que se tengan en cuenta diferentes factores. Principalmente, el tipo de trabajo desempeñado, la voluntad del trabajador a seguir ejerciendo su trabajo y un mínimo razonable de años cotizados. No se puede ir alargando la edad de jubilación y que encima se nos restrinja cada vez más la posibilidad de acceder a jubilaciones anticipadas. 

Por otra parte, se deberían aumentar las inspecciones en los sectores en los que se contrata por menos horas de las trabajadas, pero se debería perseguir también el fraude de ley en el que incurre la misma Administración cuando hace contratos de lunes a viernes para no pagar cotizaciones por los fines de semana. Es fundamental también que se potencien los contratos relevo y que se regule "la segunda actividad " en más sectores para, por ejemplo, a partir de un cómputo de años trabajados a turnos, se pueda dejar de hacer las noches de forma voluntaria sin penalización.