La clave es que no tenemos presidenta ni gobierno.
No se puede ser presidenta de la Junta de Andalucía y estar pensando todo el día en irse. Susana Díaz quiere marcharse a Madrid, aspira a moverle la silla a su secretario general, Pedro Sánchez, y a ocupar su sitio. Eso ya no es un secreto para nadie.
Pero en una Comunidad con un millón de parados, con el liderazgo europeo en fracaso y abandono escolar, con 8700 niños estudiando en aulas prefabricadas, con andaluces que mueren esperando en las urgencias hospitalarias, con la formación para el empleo parada desde hace un lustro por las sospechas, más que fundadas, de corrupción política en el sistema, con mil millones de deuda de la Junta de Andalucía con los proveedores...no parece que pueda permitirse que quien tiene la obligación y la responsabilidad de gobernar tan sólo vea nuestra tierra como un trampolín, como un instrumento para alcanzar otras metas políticas personales.
Andalucía merece más, mucho más. Merece un presidente y un gobierno centrados en Andalucía y en solucionar sus problemas, y eso, a día de hoy, no lo tiene.
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Batu zaitez Osoigora