Sin duda, la negra situación socioeconómica y los niveles de paro, nunca antes conocidos, son el mayor problema en Álava. Hemos pasado de ser la provincia con menor tasa de paro del Estado en 2008 (un 4,25%) a unas cifras actuales en torno al 18%. En los tres años y medios de gobierno del PP alavés el paro se ha duplicado, dándose los peores resultados de la CAV. Pero, además del paro, la precarización de las condiciones laborales no ha hecho sino empeorar, lo que ha llevado a muchas familias a estar en situación de pobreza o  cerca de ella. Sería exagerado echar toda la culpa al gobierno foral, pero sin duda tiene parte de responsabilidad. Han seguido  gobernando como si no pasara nada, con presupuestos continuistas, sin enterarse de que la situación exigía remangarse, trabajar a destajo  y priorizar el gasto social y la creación de empleo. Está claro que están alejados de la calle.

¿Qué haríamos nosotros y nosotras? A nivel global está claro  que habría que cambiar las políticas neoliberales que han impuesto desde la Troika que han debilitado el sector público; han priorizado rescatar a la banca y las medidas fiscales a favor de los que más tienen; en detrimento del gasto social y de las condiciones laborales mediante la reforma laboral.

 A nivel del territorio alavés hay que hacer cambios empezando por los ingresos y las políticas fiscales. Primero enfrentándose al fraude fiscal  con más medios y  una actitud más radical. Y segundo, subiendo la presión fiscal con criterios de progresividad y haciendo aportar más a los que más tienen. El aumento de recursos debe servir para priorizar el gasto social y ayudar a los que peor lo están pasando. En este sentido no se puede recortar en lo social, ni privatizar en los servicios de Bienestar Social, hay que apostar por los servicios públicos y reforzar lo social con empleos de calidad.

Por último, hay que impulsar el empleo focalizándolo. Priorizar la zonas y pueblos más deprimidos y con más paro, sobre todo los de larga duración. Colaborar con las Cuadrillas, ayuntamientos y concejos para apoyar nuevos nichos de empleo y el desarrollo local. Como ejemplo, los proyectos de biomasa que estamos impulsando en ayuntamientos de EH Bildu en Aramaio, Asparrena y Barrundia; o la gestión de residuos en este último ayuntamiento También hay que colaborar en alianzas interistitucionales que apoyen la formación y la financiación o concesión de avales.

Todo esto apostando por otro modelo económico más respetuoso con la tierra y el medioambiente, basado en la eficiencia energética, la apuesta por energías renovables, y la reducción de residuos y huyendo del desarrollismo depredador y del crecimiento acrítico.