Me llamo Kristina, resido en un pueblo de Zamora y tengo un niño de 7 años con autismo. Tuvimos mucha suerte con el diagnóstico; cuando tenía un añito y poco, empecé a notar cosas raras, tengo un sobrino de su edad y no se comportaban de la misma forma, por tanto, decidí llevarlo al pediatra y de ahí nos derivó al psiquiatra en otra comunidad. Supongo que al ser de un pequeño pueblo, las citas van un poco más deprisa que en las grandes ciudades.

En nuestro caso, solo recibimos atención temprana hasta los 3 años en lugar de hasta los 6, porque decidimos escolarizarlo, cuando empiezan al colegio, el colegio tiene que hacerse responsable. Recibimos una pequeña ayuda que es totalmente insuficiente, no cubre ni una tercera parte de todas las terapias que mi hijo necesita; además, al vivir en un pequeño pueblo, tenemos que desplazarnos más de 150 kilómetros para que pueda acudir a ellas, es otro gasto añadido. En lo referente al tema escolar, lo llevamos a un colegio ordinario, tiene un cuidador y recibe unas 10 horas de apoyo, pero necesita el triple, además, tienen un solo profesor con estas características que se mueve por varias escuelas. De momento, queremos que sea así; soy consciente de que, en unos años, tendrá que acudir a otro centro, pero eso supondría un desplazamiento enorme cada día.

Necesitamos ayuda, no me refiero simplemente a ayuda económica, sino que nos financien las terapias, encima siendo de un núcleo urbano reducido, tenemos que desplazarnos, deberían darnos alguna facilidad más, no solo a las grandes ciudades. Estos niños tienen los mismos derechos, sean del lugar que sean.