Detrás de Labienhecha encontrarás un equipo de 11 mujeres haciendo cosas (bienhechas) en un pequeño taller en Málaga. Diseñamos y creamos bolsos y otras cosas bonitas usando solo eco-materiales certificados. Trabajamos en torno a tres líneas de acción: crear un producto de calidad, local y ecológico; crear consciencia en torno a lo sostenible y, por otro lado, empoderar el papel femenino en el emprendimiento y en la vida, en general. Aquí lo hacemos todo nosotras y es que Labienhecha es un proyecto 100% autogestionado por nosotras mismas. Empezamos con un taller pequeño, para que los/las diseñadores/as produjeran sus trabajos de una manera sostenible. Al no conseguir darle fuerza a este proyecto, poco a poco empezamos a vender nuestro trabajo en mercadillos con una gran acogida y cuando llegó la pandemia le dimos vida al mundo online. 

Hemos experimentado un crecimiento muy rápido, sin tener una estructura financiera sólida. Por lo tanto, desde octubre hemos activado mecanismos para solventar nuestra situación con márgenes, procesos y productos más ajustados a nuestras necesidades. Aun así, para poder empezar a rodar la rueda necesitamos ayudas privadas con los riesgos que ello supone, ya que no podemos optar a las públicas.

Con esta petición nos dirigimos a los/las políticos/as del Congreso de los Diputados. 

Necesitamos que se tome en consideración a la pequeña y mediana empresa, porque con las herramientas con las que contamos actualmente, no podemos hacer frente a una crisis. Consideramos que sostenemos la economía del país pero no se nos sostiene desde las instituciones. Exigimos mayores herramientas para que podamos seguir a flote en momentos de crisis, herramientas que inyecten liquidez y que ofrezcan flexibilidad. Pedimos instrumentos que no estén escondidos bajo el disfraz de subvención con incontables e inalcanzables requisitos. 

Nos hemos encontrado con muchos obstáculos, entre otros, el día 31 del pasado diciembre, descubrimos un impuesto nuevo, un impuesto modelo 369. Una herramienta nueva que recoge todo el IVA que proviene de ventas que se hacen fuera del país - el 50% de nuestra venta. Además, es un coste que no se puede fraccionar. No entendemos cómo se puede quitar una herramienta de fraccionamiento en un impuesto tan importante cuando, por ejemplo, el modelo 303 que recoge el IVA, tiene un calendario de pago flexible. 

En lo que se refiere a las subvenciones, queremos subrayar que este año se han reducido mucho. Además, necesitamos que se revisen y se adecúen los requisitos para optar a ellas y que se establezca un periodo para subsanar cualquier error que pueda haber en las peticiones. 

Necesitamos menos impuestos y más herramientas que permitan flexibilizar los pagos.