Soy Laia, tengo 32 años y soy madre de una niña de 10 meses gracias a la inseminación artificial. Desde mi experiencia personal veo que hay muy poca representación de las familias monoparentales, ¿cuándo se dará espacio en las escuelas en los que se dé visibilidad a todo tipo de familias?

En mi opinión, cualquier cambio empieza desde la educación, si fomentamos una educación en diversidad familiar poco a poco acabará calando en las mentes de todos nosotros hasta llegar a realizar cambios estructurales, ya que, actualmente las familias monoparentales tenemos muchas dificultades porque no se nos tiene en cuenta.

Nos encontramos en un sistema que discrimina a las familias monoparentales y, sobre todo, a los niños y niñas de estas familias. La primera vez que me percaté de esta realidad fue a la hora de apuntar a mi hija en el registro civil. Yo no lo pude realizar en el hospital como cualquier otra familia, sino que por ser familia monoparental tuve que personarme en el registro civil de Barcelona para inscribir a la niña y hacer el libro de familia correspondiente. Muchas veces asumimos esto por ser lo que se considera “diferente”, pero no debería ser normal que una madre que acaba de dar a luz tenga que cargar con esto, en el postparto inmediato. Tenemos que lograr que las familias monoparentales se consideren una forma de familia más y no la diferencia o la excepción. 

Creo que hay muy poca educación sobre diversidad familiar. Cuando me quedé embarazada sufrí bastante presión social, la gente me preguntaba “¿qué le dirás a la niña cuándo crezca? ¿cómo le dirás que no tiene padre?”. Yo creo que esto no es algo que tengamos que pensar tanto, cuándo mi hija crezca le diré que su madre recurrió a la inseminación artificial y que no tiene padre, sin ningún problema.

Cuando eliges ser madre soltera parece que hay gente que se cree con el derecho a cuestionarte o a opinar sobre tu decisión. Soy joven y soy madre y esta es la opción que he elegido. Mucha gente me ha felicitado por el día del padre diciendo que soy “madre y padre” a la vez, pero esto no es así, no falta ninguna figura paterna y yo no hago el papel de padre. Yo soy progenitora única, soy madre y punto. La realidad es que las familias monoparentales han existido desde siempre, sea por reproducción asistida o no. 

Tengo la suerte de moverme en un entorno en el que conozco a familias de todo tipo (monoparentales, de dos maderas, reconstituidas…), por lo que mi hija se va a criar en un entorno con diversidad familiar. Aun así, es probable que tenga que lidiar con las preguntas de otros niños y niñas o quizás también de adultos ¿por qué no les educamos para que se normalice tener solo una mamá? Si los adultos lo vemos como algo extraño ellos lo reproducen de esta forma. 

La cuestión radica en la educación, en tratarlo, hablarlo y en normalizarlo, tanto en las escuelas cómo en casa. El hecho de que consigamos que esto se haga en las escuelas ya es un gran paso ganado. No sería la primera vez que un niño o niña aprende algo en el colegio y llega a casa con esa idea e incluso cuestiona lo que le han dicho sus padres. Por esto quiero pedir al Parlamento de Cataluña que desde la Comunidad Autónoma tomen medidas y abran espacios en las escuelas para visibilizar y normalizar la diversidad familiar. De esta manera podremos lograr que se tomen como una tipología válida y se reconozcan las necesidades concretas que tenemos estas familias, generando cambios en todos niveles.