Pregunta para Parlamento de Andalucía
Soy Laura y tuve un accidente que me causó una lesión medular. ¿Cuándo adaptarán todos los centros deportivos para que sean inclusivos y tengamos un acceso al deporte de calidad?
Mi nombre es Laura, tengo 37 años, soy enfermera y resido en Málaga.
Hace 7 años tuve un accidente de coche. Me quedé dormida al volante y eso provocó un accidente en una rotonda. Me fracturé la columna vertebral por varios sitios, lo que me causó una lesión medular, y como consecuencia una paraplejia. Nunca piensas que esto sea algo que vaya a pasarte a ti, pero pasa. Poco a poco lo vas aceptando e intentas adaptarte a la nueva situación.
Empecé a ir a varias terapias de rehabilitación. Me mandaron a Sevilla donde, desde mi punto de vista, éstas eran muy precarias porque no fomentaban la autonomía de la persona. Finalmente fui al Instituto Guttmann de Barcelona, donde después de unos meses ya podía vestirme sola, asearme e incluso caminar con marcha terapéutica. Pasé un año en rehabilitación.
Fue en ese centro donde nos recomendaron combinar la rehabilitación con el deporte, cuando éste se convirtió en una de mis grandes pasiones. Mi relación con el deporte antes del accidente era prácticamente nula, trabajaba mucho y no tenía tiempo. Pero durante la rehabilitación empecé a practicar tenis en silla, piragüismo, natación, ski e incluso submarinismo, y me di cuenta de los beneficios que el deporte me brindaba, tanto a nivel físico como emocional.
Vi que podía hacer muchas más cosas de las que me imaginaba. El deporte me brindaba un mayor bienestar y calidad de vida. Por una parte, a nivel emocional, me hacía sentir bien y olvidarme de los problemas. En el aspecto físico, me hizo ganar fuerza en el tronco superior y de la misma forma a hacerme más autónoma, llegando incluso de poder conducir y montar y desmontar mi propia silla.
Tuve la oportunidad de poder probar el pádel y el ski gracias a una fundación, pero por lo general es muy complicado tener acceso al material necesario para realizar estos deportes, ya que supone un gasto económico muy elevado. Además, en ciertos deportes también me he encontrado en que no hay monitores especializados ni personas formadas adecuadamente para ello, así que en muchas ocasiones he tenido que contratar un entrenador personal.
En la mayor parte de los sitios, en especial en Málaga, no hay la suficiente oferta de deporte adaptado. Nos encontramos con pocas facilidades, tanto a nivel económico como en profesionales formados para la discapacidad, que puedan ofrecernos un acceso de calidad al deporte. Como consecuencia, hay mucha gente joven con diversidad funcional que no tiene acceso al deporte. Una silla de ruedas deportiva es demasiado cara, y en la mayor parte de los sitios no tenemos acceso a ellas.
El deporte es una actividad de primera necesidad que mejora nuestra salud, tanto física como psicológicamente. Considero que todos los centros de deporte deberían de poder estar adaptados a las personas con diversidad funcional, y así dar acceso a todas las personas que lo necesiten.
Por este motivo, siendo de Málaga, me dirijo a los políticos del Parlamento de Andalucía para que tengan en cuenta esta situación, y garanticen el acceso a deporte de calidad a todas las personas con diversidad funcional.