Mi nombre es Laura Victoria, y tengo un  Linfoma No Hodgkin. A principios de este año veía que me faltaba el aire, igual andaba unos 15 minutos y ya estaba cansada. Fui al médico y me hicieron una exploración, pero me decían que podía ser una alergia. Otro de los síntomas que tuve era que me resfriaba muy frecuentemente. 

En mayo me salió un bulto en el cuello. Volvía al centro de salud, la doctora lo exploró pero creo que no actuó correctamente. Era un bulto que medía más de 2 centímetros y me dijo que no me preocupara, que me tomara un antibiótico a ver si bajaba la inflamación.

Conseguí hacerme una ecografía a través de un seguro privado y fue gracias a eso por lo que me derivaron al hospital. Me hicieron una analítica y una placa de tórax. Gracias a la placa pudieron ver que tenía un linfoma en el mediastino. 

A partir de ahí, me citaron para hacer una biopsia del bulto y pudieron ver que lo que tenía era un Linfoma No Hodgkin primario de mediastino. Tardaron cerca de 2 o 3 meses en empezar el tratamiento. 

Creo que es fundamental que se inviertan más recursos en la investigación de este tipo de linfoma. Pero también considero que no debería pasar tanto tiempo desde el diagnóstico hasta que empieza el tratamiento. Para que me hicieran la biopsia tuve que esperar cerca de 3 semanas, y para que me hicieran una prueba PET y una biopsia de médula tuve que esperar un mes. Esto ha hecho que cuando he llegado a la quimio la masa de mediastino era tan grande que me causó un derrame en el pulmón. 

Me gustaría que el Parlamento de Andalucía se hiciera eco de estas peticiones.