¡Hola! Mi nombre es Leidy Hernández López, nací en la vereda Quebrada Vieja del municipio de Soracá, en el departamento de Boyacá. Actualmente me encuentro en Bogotá cursando mis estudios universitarios y proyectándome como profesional para contribuir con el desarrollo de Colombia, que, en mi opinión, se encuentra en el campo. Esta es una propuesta que permite fortalecer la conexión entre las personas de las ciudades y la naturaleza y al mismo tiempo, el reconocimiento de la labor de los campesinos, personas fundamentales para nuestra sostenibilidad alimentaria y ambiental. 

Hoy en día los jóvenes abandonan el campo debido a la falta de oportunidades y a que no se brinda a los campesinos el apoyo que necesitan para sus labores diarias. El trabajo de los campesinos comienza a las 4 am y termina a las 8 pm. Por lo general, no gozan de beneficios como vacaciones o prestaciones sociales. En cuanto al sustento, sus cosechas les producen sólo para sobrevivir, pues el valor de los productos agrícolas lo obtienen sobre todo los intermediarios y quienes venden estos productos en las ciudades. Eso explica el abandono que hay en el campo: los campesinos venden cada vez menos debido a las importaciones y los jóvenes no ven allí una oportunidad para sus proyectos de vida. 

La pandemia golpeó muy duro las zonas rurales. Yo soy hija de campesinos y puedo contar lo difícil que fue no encontrar formas de sacar las cosechas y de cargar el agua en garrafones hasta las vías, porque tampoco existe la infraestructura adecuada para que en el campo se desarrollen estas labores. Por ello, mi interés es proyectarme mediante la carrera de Negocios Internacionales, para producir herramientas y generar oportunidades para las familias campesinas. Una de las alternativas que ya he propuesto a la alcaldía local es el ecoturismo, dirigido a que las personas de las ciudades conozcan nuestros paisajes y también el trabajo de los campesinos, así como su cultura y su tradición. Esta propuesta nunca fue escuchada por los funcionarios de la alcaldía, no me dieron ningún tipo de respuesta. 

Al estar en la ciudad, me he dado cuenta de que parecemos maquinitas, y nunca tenemos oportunidades para encontrarnos con la naturaleza de manera consciente. En mi vereda podemos observar las montañas y los paisajes que tiene nuestro país. Al desarrollar un proyecto de ecoturismo, estaríamos brindando a los habitantes de las ciudades un encuentro con el campo, con su raíz, con el calor y la amabilidad de las familias campesinas y al mismo tiempo, al campesino le estaríamos brindando un ingreso y el reconocimiento por su trabajo. 

Deseo que las personas de la ciudad conozcan el proceso de siembra de la papa, el maíz, las huertas, las artesanías. Sería una experiencia de turismo diferente, yendo casa por casa en la vereda. Esto permitiría fomentar en las personas el cuidado de la naturaleza y reconocer el valor del campo y de la tradición campesina, que poco a poco se está olvidando en Colombia. 

Por ello, esta petición busca que nuestros legisladores trabajen a favor de los campesinos que no tienen ingresos ni reconocimiento, pero tienen una importancia vital para la sostenibilidad ambiental y alimentaria del país y del planeta. A los lectores, gracias por el interés. Por favor, compartan esta petición para sumar voces en favor de nuestros campesinos. Necesitamos 350 firmas para obtener respuestas desde el Congreso.