Pregunta para Congreso de los diputados
Me llamo Leire y tengo fibromialgia, una enfermedad crónica que llena mi día a día de intenso dolor. ¿Cuándo se valorará la gravedad de sus síntomas como para obtener la discapacidad?
Mi nombre es Leire, y convivo con fibromialgia, una enfermedad crónica que afecta drásticamente a mi calidad de vida, pero sin la consideración relevante para juzgarla como incapacitante, y obtener la discapacidad correspondiente.
La fibromialgia es una enfermedad invisible, muy desconocida, y que se caracteriza por dolor generalizado en todo el cuerpo, fatiga constante, dificultad para dormir y problemas cognitivos, entre otros síntomas. Desde que me diagnosticaron esta condición, me he enfrentado numerosos desafíos y obstáculos en mi vida diaria. Realizar incluso las tareas más básicas del día a día se han convertido en una ardua lucha, y mi calidad de vida se ha visto gravemente afectada.
Uno de los problemas más desalentadores a los que me enfrento con regularidad es la falta de comprensión y sensibilidad hacia mi enfermedad. A menudo, me veo obligada a justificar y explicar a los demás la gravedad de mi enfermedad, lo cual resulta agotador y desalentador. Muchas personas subestiman el impacto que la fibromialgia tiene en mi vida y no entienden que el dolor crónico puede llegar a ser incapacitante.
La incapacidad para trabajar o realizar actividades cotidianas con normalidad es una realidad que muchos pacientes con fibromialgia nos enfrentamos. Sin embargo, a menudo nos encontramos con dificultades para obtener la discapacidad reconocida por las instituciones pertinentes. Esto nos deja en una situación de vulnerabilidad, sin acceso a los recursos y apoyos necesarios para gestionar nuestra condición de manera adecuada.
Por ello, es fundamental que la sanidad y la seguridad social, comprendan que el dolor crónico puede llegar a ser incapacitante. La fibromialgia puede tener un impacto significativo en la vida de quienes la padecemos y limitar nuestras capacidades físicas y mentales. Negar el reconocimiento de nuestra situación impide que podamos acceder a tratamientos y apoyos necesarios para gestionar nuestra condición de manera adecuada.
La falta de reconocimiento y apoyo afecta negativamente nuestra calidad de vida y perpetúa una situación de desprotección e injusticia que merma su visibilidad. ¡El sistema tiene que hacernos casos y porque necesitamos ayuda ya!