Hola, me llamo Libertad y escribo este texto en osoigo para reivindicar la necesidad de que a mi hijo Diego le concedan una plaza de lunes a viernes en un centro de necesidades especiales. Llevamos años solicitándola y siempre nos ponen miles de trabas. Mientras tanto, en casa no le puedo ofrecer los recursos que él necesita, como la terapia o rehabilitación.

Diego sufre de Espina Bífida y siempre me he encargado de cumplir con todas sus necesidades. El problema es que ahora que tiene 27 años nos encontramos desamparados y los asuntos sociales no para de darnos largas cuando preguntamos por la plaza que necesita. Somos una familia que no tiene muchos recursos y, por este motivo, no nos podemos permitir acudir a la vía privada. 

Llevo toda la vida luchando por conseguir que mi hijo tenga una vida con la mayor calidad posible. De hecho, siempre lo he logrado. No obstante, ahora nos encontramos con el problema de que la lista de espera para conseguir una plaza en el colegio de necesidades especiales es eterna. Cada vez que hablo con el hombre de asuntos sociales me dice que tengo que tener paciencia, pero ¿cómo la voy a tener si veo que en casa no tengo los medios suficientes para atender a mi hijo y mientras le deniegan la plaza?

Es increíble cómo no se tienen en cuenta las necesidades y la situación de cada familia. Por desgracia, nosotros no hemos tenido una vida fácil y tenemos a muy pocas personas cerca que nos puedan echar una mano. A veces, se me hace muy difícil compaginar el hecho de sacar nuestra casa adelante con los cuidados constantes que necesita Diego, que al tener Espina Bífida no puede caminar. 

Teóricamente la seguridad social está para ayudarnos, sin embargo, no concibo cómo pueden dejar sin plaza a mi hijo, ya que no nos podemos permitir otras vías para que pueda llevar a cabo la terapia que necesita. Es indignante y ya estoy cansada de quedarme callada ante constantes excusas que nos dejan fuera de juego frente a la administración.

Todos los niños y todas las niñas con discapacidad tienen derecho a asistir a centros educativos que abarquen sus necesidades y que faciliten su desarrollo y mejoren su calidad de vida. ¡Se deben destinar más recursos para que ningún niño se quede sin su plaza!