Pregunta para Asamblea de Madrid
La endometriosis es una enfermedad que afecta a la vida laboral, social y familiar. ¿Por qué no se realizan diagnósticos precoces para evitar que las niñas sean medicalizadas, y pierdan la oportunidad de ser madres?
Se consideran fuertes dolores de regla, pero NO, la endometriosis es una enfermedad invisible que sufren 1 de cada 10 mujeres, y de la que no existen campañas de concienciación para su prevención. Por ello muchas chicas jóvenes tienen asumido que la menstruación duele, que esos intensos dolores que sufren son normales, y lo que en realidad no saben, es que pueden estar padeciendo una patología que daña su reserva ovárica, que les excluye de la maternidad, y que es capaz de provocar dolores tan fuertes, que les impiden trabajar, disfrutar de su familia, de la vida en general y que les acaba relegando a la precariedad.
Me llamo Lien y tengo endometriosis en grado 4. Mi historia comenzó con la detección de un ovario poliquístico y la sentencia fulminante de que “nunca sería madre”, me diagnosticaron endometriosis y me sometí a una operación que me diese la oportunidad de vivir la maternidad por lo privado, porque para la sanidad pública, con mi enfermedad, no tenía posibilidades de optar a la fecundación in vitro.
Y así llegó Alessandra, la niña de nuestros ojos, un milagro y un embarazo de riesgo que me mantuvo 6 meses inmóvil en la cama para no poner en riesgo su vida.
Ya incorporada al trabajo, las secuelas de la endometriosis volvieron a aparecer impidiéndome moverme de los agudos dolores que tenía. Lo pasé muy mal, porque sabía que tenía una enfermedad, pero no conocía cómo tratarla, nadie me daba la información suficiente, solo me derivaban de unos médicos a otros, y la única solución que me daban era: hacer terapia del dolor con medicación que me dejaba anulada, y cambiar la alimentación, pero no mucho más.
Debido a mi estado de salud (podía encontrarme mal 1 o 2 veces al mes) fui despedida y consciente de que nadie me contrataría con las numerosas recaídas que tenía. Me di cuenta que la enfermedad no solo afectaba a nivel físico, sino también a nivel mental, porque el sistema en si te aplasta, te deja sin trabajo, sin ayudas, sin la oportunidad de ser madre, y con una atención médica en la que no se te presta la suficiente atención si no estás en estado crítico de salud.
Así, la mayoría de las mujeres con endometriosis viven en precariedad. Sin ingresos, ¿cómo puedes pagar a los especialistas que te orientan en la enfermedad, la alimentación que te conviene, personal que te ayude?, ¿y la opción montar un negocio propio que se adapte a tus circunstancias de salud? No todo el mundo tiene capacidad económica para ello. No sabemos con qué energía amaneceremos cada día (podemos tener dolor de cabeza, de caderas, ovarios, no poder camina)Vivimos en una constante exclusión social.
Por eso es tan importante realizar campañas de concienciación sobre la endometriosis para prevenir. Si se tienen estos síntomas:
- Dolor pélvico crónico
- Distensión abdominal
- Nauseas
- Fatiga
- Desmayos
Hay que comenzar con revisiones para descartar. Se está reduciendo la capacidad de 2.000.000 de mujeres de tener hijos, y cuando se enteran de la que padecen la enfermedad, ya es tarde, y no saben cómo gestionarla, cómo cuidar sus hormonas porque nadie se lo explica. ¿Por qué hay que llegar a ese punto si hay alternativas que se pueden aplicar?
Solo se nos medica con antidepresivos, ansiolíticos y analgésico muy potentes. Y la endometriosis es mucho más, puede derivar en un cáncer. Tú sistema inmune siempre tiene las defensas bajas porque el cuerpo está constantemente luchando contra la enfermedad.
En mi caso no dude en tomar la iniciativa. Comencé a cambiar la alimentación, realizar mis propios estudios y analizarme para sacar las pautas que mejor me ayudaban a combatir la enfermedad:
- Bajar los niveles de estrés.
- Obligarme a estar en modo reposo cuando fuese necesario, ponerme límites.
- Evitar la subida de la temperatura corporal.
- No forzar determinadas partes del cuerpo como lumbares u ovarios.
- Controlar la ingesta de alimentos que me hiciesen daño.
- Ponerme pequeños retos diarios como levantarse dela cama, desayunar…
Y desde entonces no, no puedo saltarme ninguno de ellas porque afectan a mi salud, a mi familia y mi entorno. Es la forma de evitar que me encuentre mal, que la enfermedad siga avanzando e incluso consiga estabilizarla.
No quiero que mi hija se levante por las mañanas y me diga “mamá qué te pasa”, porque te deprimes cuando te das cuenta de que no puedes hacer nada, no eres capaz y puedes llegar a entrar en depresión.
Sabemos que vivimos una vida de adaptabilidad, el carácter nos cambia, los dolores nos pueden limitar, y no queremos que las futuras generaciones de mujeres sufran lo que nosotras porque el sistema no quiera darnos la visibilidad, información y el apoyo que necesitamos.
La endometriosis es una enfermedad hormonal que se puede prevenir si no es autoinmune, y aunque la sanidad no la considere tan grave, afecta a la salud reproductiva del país y a la precariedad de muchas mujeres.