Soy Julia, profesora de educación infantil y madre de dos niñas de 8 y 11 años. Mi hija mayor, Sofía, lleva meses sufriendo acoso por parte de sus compañeros de clase en relación al crecimiento del vello corporal. Echo en falta concienciación en el aula sobre estos cambios hormonales que experimentan tras su primera regla. De esta manera, tanto ellas como sus compañeros podrán comprender que la aparición del vello y el desarrollo de sus mamas es algo normal.

Una comunicación fluida en este sentido es esencial para que las niñas no se sientan aisladas. Por desgracia, todavía no existen planes informativos instaurados en los centros educativos en los que se hable al alumnado sobre los cambios hormonales que experimentan las niñas con la llegada de la menstruación.

Mi hija nunca me había mentido y tras haber sufrido repetidas burlas por su vello en las piernas, se vio empujada a actuar de una forma que no es la habitual. 

Se encerró en el baño y echó el cerrojo. Cogió mi cuchilla de afeitar y se depilo las piernas causándose heridas. En casa no tienen permitido acceder a las cuchillas de afeitado porque se pueden hacer daño. Después, vino a mí llorando y me explicó lo sucedido: “Me llamaban mono por mis pelos y yo me sentía horrible y rara. Tenía que hacer algo y me daba vergüenza contártelo”.

Tras el relato de mi hija y ver sus heridas en las piernas, se me partió el corazón. Por lo que había sufrido en silencio, por sentir que no le habíamos dado el espacio de confianza necesario para, antes de actuar por su cuenta, que hubiera podido contar con nuestro apoyo y consejo.

Podemos ayudar a prevenir futuros problemas de autoestima y discriminación con niñas, creando espacios en los colegios para normalizar estos cambios que experimentan sus cuerpos. Al contar con este espacio de comunicación, otras compañeras podrán expresar cómo se sienten y también sus compañeros niños podrán trasladar sus preguntas a este espacio seguro sin que sea un tema tabú y motivo de burla.

¿Por qué no en lugar de tratar la primera menstruación en secreto y los cambios que causa en el cuerpo, se empieza a verbalizar por el bien de los menores? Se están generando problemas de exclusión y discriminación en las aulas por algo tan simple como la regla.

El problema de mi hija es solo una historia entre muchas otras. A otras compañeras de su colegio les han echado en cara el uso de los sujetadores, compresas, que tengan que ausentarse de clase por sentir dolores, etcétera. Se sienten solas, se sienten avergonzadas y muchas no se ven capaces ni de contárselo a sus padres.

Por todo esto, quiero reivindicar al Congreso de los Diputados un plan de actuación para que en todos los colegios de España se explique bien qué ocurre cuándo a las niñas les llega su primera menstruación y los cambios que experimentan. El objetivo es que ninguna niña vuelva a sentirse discriminada por algo tan natural como la llegada de la regla.