Pregunta para Parlamento de Catalunya
¿Cuándo formarán al personal de servicios sociales en perspectiva de género para ofrecer un buen acompañamiento a las mujeres sin hogar?
Somos Lola no estás sola, una asociación feminista que tiene como objetivo empoderar a mujeres sin hogar y sensibilizar el tejido social de Nou Barris, un distrito de Barcelona. Cuando hablamos de sinhogarismo, no hablamos solamente de mujeres que viven en la calle, sino de todas las mujeres cuya situación en el hogar no es segura. Esto incluye mujeres que sufren violencia machista en su hogar, que están a punto de ser desahuciadas, que no pueden pagar los gastos de agua, luz y gas, que han sufrido abandono, etc. De hecho, son muchas más las que sufren estas situaciones que las que viven en la calle, por lo que el sinhogarismo en mujeres es más bien invisible.
En la asociación tenemos un local que pretende ser un espacio de acogida para todas las mujeres sin hogar del distrito, donde pueden desayunar, ducharse, lavarse la ropa, etc. Por aquí pasan unas 15 mujeres al día. También quiere ser un punto de reunión social que haga de nexo entre ellas y las entidades de Nou Barris. Así, nuestro objetivo con este proyecto es acompañarlas y a la vez sensibilizar a la comunidad.
Por otro lado, tenemos un piso de cuatro habitaciones que sirve no como recurso de estancia limitada, sino como punto de partida de su proceso de recuperación. Allí no tienen unas reglas ni una vigilancia, sino que se lo autogestionan ellas a través de una asamblea. Allí han vivido siete mujeres diferentes, de las cuales tres han conseguido recuperar su vida y emanciparse.
Las mujeres que viven en la calle sufren una doble discriminación: por un lado, por ser pobres, ya que la sociedad tiende a pensar que quien es pobre es porque quiere o porque se lo ha buscado y, por otro lado, por ser mujeres. Si ya de por sí la vida en la calle tiene que ser muy dura para un hombre, para una mujer, solo por el hecho de serlo, lo es más. Hemos conocido a mujeres que han sufrido abusos sexuales, que han sido agredidas, que han tenido una “pareja” solo para tener una protección pero a cambio han tenido que mantener relaciones sin realmente quererlo, que estaban embarazadas, entre otras.
Después de haber conocido tantos testimonios, en general vemos que los servicios sociales las atienden desde la infantilización, tratándolas como si no fueran capaces de cuidarse por sí solas. Si han logrado sobrevivir a la calle, ¿cómo no van a poder lograr otras metas? Lo que necesitan no es que les digan lo que tienen que hacer, sino que se sientan acompañadas y poco a poco vayan empoderándose y encontrando su propio camino.
También hemos visto que los servicios sociales no tienen en cuenta la perspectiva de género a la hora de trabajar con ellas, es decir, no tienen en cuenta que tienen unas realidades y unas necesidades distintas a las de los hombres. Por ejemplo, los centros de día suelen ser espacios mixtos, y ellas no se sienten seguras ni cómodas -de allí que creáramos el local-. Muchas veces tampoco hay productos de higiene femenina como compresas, pero en cambio siempre hay cuchillas para todo el mundo.
Ante esto, queremos dirigirnos a los miembros del Parlament de Catalunya, ya que somos de Catalunya y son nuestros representantes en dicha cámara, para que los y las profesionales de los servicios sociales reciban una formación en perspectiva de género y así puedan ofrecer un buen acompañamiento a las mujeres sin hogar.
Las historias que hemos conocido durante estos años son verdaderamente duras. Por eso es importante sensibilizar a la sociedad, que conozca estas realidades y así dejen de ser un colectivo estigmatizado y deshumanizado, para que se sientan como lo que son: personas.