Hola. Me llamo Lorena Luque, tengo 31 años y tengo depresión. 

A mí me diagnosticaron la depresión hace 3 años. Además de eso, también me diagnosticaron trastorno del pánico y otras afecciones relacionadas con la salud mental. 

Yo entré en ese estado cuando mi padre falleció y, al mismo tiempo, mi pareja decidió terminar nuestra relación. Fueron unos meses llenos de miedos, incertidumbres, no me encontraba bien conmigo misma, tenía ganas de llorar constantemente y el pensar en la muerte me producía mucho vértigo. Así que, gracias a mi entorno, decidí acudir a un terapeuta para que ayudara y me diagnosticó la depresión. 

La depresión es un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.

Supone una de las patologías más frecuentes en Atención Primaria y es la primera causa de atención psiquiátrica y de discapacidad derivada de problemas mentales. Aparece con más frecuencia en mujeres y en personas menores de 45 años. 

El tratamiento con psicofármacos y/o psicoterapia, consiguen, en la mayoría de los casos, aliviar parcialmente o en su totalidad los síntomas. Una vez se han superado los síntomas de la depresión, convendrá seguir bajo tratamiento antidepresivo el tiempo necesario para evitar posibles recaídas. En algunos casos, el tratamiento deberá prolongarse de por vida.

Este problema cada vez es más general y estoy viendo como personas que están a mi alrededor también las están padeciendo. Mi sobrino de 24 años está siendo atendido por psiquiatras y psicólogos por tener un estado de nerviosismo a raíz de la pandemia. 

Me da mucha pena ver como nuestra juventud está entrando en un bucle sistémico de problemas mentales que se deberían solucionar con la mayor inmediatez posible. La depresión en personas mayores es horrible y es una realidad que también hay que solventar, pero que las niñas y niños tengan a sus edades altibajos emocionales tan fuertes que desemboquen depresión, ansiedad, etc, no se puede consentir. 

Por todo lo plasmado, lanzo la siguiente petición al Congreso de los Diputados para que estén cubiertas todas las demandas de asistencia en salud mental en adultos y, sobre todo, en los más jóvenes. 

Las listas de la Seguridad Social para ser atendido por un psiquiatra y psicólogo son inmensas y, en ocasiones, de duraciones alrededor de 8 meses. Hay que tener en cuenta que la depresión, ansiedad, etc, conlleva a estados límites que hay que solucionar rápidamente. 

Todos somos conscientes del grado tan alto que, actualmente, hay de suicidios entre los más jóvenes. Esto es un verdadero problema. ¡Todos, incluido Sanidad, sabemos la solución! ¡No miremos presupuestos, pensemos en el bienestar de la sociedad!