Soy Lorenza Quezada Mendoza y junto a otres compañeres, integro el Bloque Nacional de Salud Trans Para Chile, espacio de articulación entre varias organizaciones trans diversas de la sociedad civil a lo largo del país y distintos gremios de la salud, como la No Red de Profesionales de la Salud Trans en Chile, el Depto. de Género y Salud del Colegio Médico de Chile, Depto. de Género del Colegio de Psicólogos de Chile y el Colegio de Matronas y Matrones de Chile. Desde esta colectividad estamos trabajando en la creación de un Programa Nacional de Salud Trans, porque si ya nos violentan en todos los espacios educacionales, laborales, sociales, familiares, entre otros, en lo que refiere a salud es algo aún más indignante. A tal punto, que muchas personas trans, travestis, o no binarias evitan asistir a cualquier servicio de salud, sea público o privado, debido al constante maltrato, la naturalizada discriminación,  la reiterada negación y el nulo respeto a nuestras identidades. Siendo éste un patrón de violencia que está muy presente en todos los relatos y las experiencias de vida de nuestra comunidad, una cicatriz de un estado ausente con la que cargan nuestras marginadas corporalidades.

Se realizaron reuniones con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social y Familia; sin embargo, las conversaciones no llegaron a buen puerto. Por lo que persistimos en mantener este espacio organizativo con el claro objetivo de seguir visibilizando a nivel nacional las diferentes problemáticas que enfrentan las comunidades trans, específicamente en el área de la salud, tales como la automedicación, la patologización, las graves consecuencias de la silicona industrial y la abrumada salud mental, entre muchas otras, todas éstas que pueden llegar a un mismo resultado fatal. El alma de esta articulación nacional, es la creación de un programa de salud de atención trans integral, porque si bien los policlínicos trans ya existen, no están dentro del marco legal al no contar con un presupuesto ni una preparación permanente, sino más bien, se organizan a partir de la voluntad de los equipos médicos de cada hospital.

Hace un tiempo asistí al Cesfam de Villa Alemana, territorio que me corresponde, me inscribí para tomar hora con la matrona y generar una interconsulta para poder llegar al Policlínico Trans del Hospital Carlos Van Buren porque es el único policlínico trans en la V región. Sin embargo, me negaron la derivación porque solo pueden recibir a personas de las comunas de Valparaíso y de San Antonio. En ese momento descubrí que toda persona trans del resto de la región debe mentir en sus direcciones para quizás poder recibir alguna atención, y digo quizás, porque existe una larga lista de espera para ingresar al programa anteriormente nombrado, para qué hablar de cirugías que por lo menos el mínimo son 4 años de espera. Así mismo y en peores condiciones se repite la historia en casi todos los territorios del país, como también, derechamente no existen. 

La discriminación territorial y la migración entre regiones por conseguir una atención digna es una de las tantas dificultades que nos toca enfrentar, por lo mismo la territorialidad, acceso universal y descentralización son parte de los cuatro pilares fundantes del proyecto. Además de poner siempre en primera línea la trans diversidad, la interseccionalidad y las distintas necesidades que surgen en todas las etapas de la vida que atraviesa una persona trans.

Estamos construyendo en conjunto y de manera inédita en nuestro país, toda una política de atención en salud trans integral  y sólo requiere voluntad política ¿contaremos con el apoyo de las, les y los representantes políticos? ¿Tendrán la voluntad de facilitarnos un poco más la vida, dentro de todo lo que nos toca enfrentar? 

Necesitamos el apoyo de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos 400 apoyos, esta petición llegará a las y los parlamentarios de la Cámara de Diputadas y Diputados y nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo.