Pregunta para Eusko Legebiltzarra
No existe una Ley que hable sobre violencia de género en infancia y adolescencia ni un plan que cubra la educación sexo afectiva. ¡Firma por un protocolo de detección y actuación específico mezclando infancia, adolescencia y violencia de género!
Hola, soy Lucía Camargo, educadora social y mediadora familiar especializada en violencia de género e igualdad. Para hablar de violencia de género es importante hablar también de la gran problemática que nos encontramos en la infancia y adolescencia.El problema en estos casos es que tanto víctima como agresor son menores. La Ley de Violencia de Género no cubre esta situación, pero la Ley de Protección a la Infancia tampoco, por lo que nos encontramos ante un marco de desamparo.
En la actualidad no existe una Ley que hable sobre Violencia de Género en infancia y adolescencia, por tanto, nos encontramos con que no hay servicios de prevención, protección y atención destinados a estos casos. Es cierto que hay una educación sexoafectiva destinada a los adolescentes de entre 13 y 16 años, pero es de carácter voluntario por parte de colegios, centros de jóvenes etc. ya que no hay una obligatoriedad de incluir esta formación. De todas formas, estamos dejando a los menores de 13 años totalmente desamparados. Los datos indican que, en Euskadi, la media de edad a la que los menores consumen pornografía es a los 12 años. Pero la edad a la que empiezan a consumir este tipo de contenidos es desde los 8 años, una cifra escalofriante. Y esta edad coincide con el momento en el que empiezan a conocer la tecnología. Las relaciones sexoafectivas no se dan solo en el cara a cara, si no que también se extiende al marco online, ámbito que también está desprotegido ante la ley y donde no solo acceden con facilidad a la pornografía, sino que es una herramienta para ejercer control en la pareja y una extensión online de la violencia de género.
A través de la tecnología surgen diferentes tipos de violencia de género como el ciberacoso, el control o el término conocido como “pornovenganza”, que se basa en enviar fotos íntimas de tu ex pareja como venganza tras la ruptura. Es importante educar en tecnología para poder educar sobre relaciones sexoafectivassanas, sobre violencia de género y sobre pornografía. No estamos educando a los menores para que puedan tener una vida online y tecnológica sana y respetuosa con los demás.
Nos estamos quedando obsoletos a nivel legal. Ya se sabe que en la violencia de género la tecnología está jugando un papel muy importante y aún más en el caso de los menores. En ocasiones acaban derivando en relaciones de control que se convierten en maltrato y violencia de genero. Este desamparo hacia los menores en cuanto a la educación sexo afectiva repercute en que muchos de ellos acaben saciando su curiosidad sobre la sexualidad en la pornografía. La pornografía no trata sobre el sexo, trata sobre la violencia sexual que se ejerce hacia las mujeres y esto los menores acaban reconociéndolo como sexualmente excitante, por ello es tan importante educar a los menores sexoafectivamente.
En Euskadi el 49,8% de los menores encuestados en un estudio sobre pornografía dice que esta les puede dar ideas para sus experiencias sexuales. A su vez, al 46,5% de los adolescentes les gustaría poner en práctica lo que ven.La pornografía lo que refleja es violencia sexual y que esta es excitante. Otro dato preocupante es que, hasta la fecha, el video más consumido de pornografía es una violación en grupo a una mujer que opone resistencia, llora y grita. Si hablamos de que este es el video más consumido, ¿qué es lo que les está llegando a los adolescentes? Luego nos asustamos cuando vemos casos como el de La Manada, pero el porno les está enseñando que violar es excitante.
¿Cómo no va a haber violencia de género si la educación sexo afectiva viene de la mano de la pornografía? La pornografía enseña que un “no” es el principio de una negociación y que la negativa explícita de una mujer es sexualmente excitante. Por eso es tan importante incluir la educación sexo afectiva de manera obligatoria en el currículum de la educación y no dejarla a la voluntad de las entidades, escuelas, colegios… Al igual que se dan talleres de prevención de riesgos de enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados, no podemos olvidarnos de enseñar también lo que es el placer, el consentimiento, el deseo sexual, la crítica a la cultura pornográfica… Tal vez por el momento no vamos a conseguir que los menores dejen de ver pornografía, pero si podemos hacerles pensar sobre ello.
Al 64,3% de adolescentes les gustaría obtener más información a nivel sexo afectivo y por eso acceden a páginas porno. Pero esta formación debería provenir de nosotros, los profesionales del sector, para poder dar a los jóvenes charlas, talleres… Desde el Parlamento Vasco es fundamental que se impongan políticas eficaces para luchar contra esta problemática. Se debe valorar la creación de un protocolo de detección y actuación específico mezclando infancia, adolescencia y violencia de género. Es importante también que haya una regulación del acceso a la pornografía y que dentro de la Ley de Protección a la Infancia y la Ley de Educación incluir la formación sexo afectiva de la mano de profesionales especializados. Formar a madres y padres sobre esto mismo sería idóneo ya que son el primer escalón para poder educar a los menores para que tengan una vida sexo afectiva sana.