Educar en igualdad, en diversidad y en valores es necesario para prevenir conductas como el acoso escolar o el abuso sexual en menores. ¿Por qué hay centros educativos que no disponen de las herramientas necesarias para fomentar esta educación?
Me llamo Lucía Oliver Valera, soy de Almería, pero vivo en Murcia, ciudad a la que me trasladé para realizar mis estudios de trabajo social. Me gradúe en plena pandemia, un hecho que ha complicado mi inicio en el mundo laboral como trabajadora social.
No obstante, mi afán de superación y mi pasión por la profesión hacen que siga en continua formación. Actualmente, estudio un grado superior en Administración y Finanzas, también realizo cursos formativos para adquirir experiencia en mi profesión. Soy la administradora del perfil @graduadaentrabajosocial en Instagram, cuenta en la que hablo de la importancia de nuestra profesión.
Además, estoy intentando iniciarme en el mundo de las charlas en los centros escolares. Educar en igualdad, en diversidad y en valores es imprescindible para conseguir una sociedad más justa e igualitaria, y esto debe hacerse desde el ámbito educativo.
Recientemente, he podido estar en contacto con un colegio y me ha llamado mucho la atención que la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) solo se preocupan porque el centro sea bilingüe. Dejan a un lado la educación en valores, algo que puede prevenir que sus hijos e hijas sean víctimas de acoso, abuso sexual o discriminación.
Muchas veces, los padres y madres creen que sus hijos van a ser adoctrinados al hablarles de feminismo, o que con 12 años se les va a ofrecer una educación sexual que se trata con 18. El desconocimiento existente da lugar a prejuicios que impiden que los/as niños/as reciban esta información.
Por ello, es necesario que los centros educativos fomenten las herramientas y medidas para abordar estos asuntos. Disponer de profesionales especializados/as como los trabajadores/as sociales en el elenco educativo es imprescindible. Hablamos de una formación a los/as menores que debe ser continuada en el tiempo. No basta con una charla puntual, ahí que ir más allá e incorporar este tipo de proyectos en el curriculum educativo de los centros.