Pregunta para Parlamento de Andalucía
Estoy tratando un cáncer de mama. El diagnóstico temprano es fundamental en relación con la evolución de la patología. ¿Por qué no se reduce la edad para empezar las pruebas diagnósticas rutinarias y se mejora la inversión destinada a la investigación?
Me llamo Luisa y vivo en Sevilla. Justo después de ponerme la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19, me encontré un bultito en la axila derecha. De entrada, lo achaqué a la misma, pero cuando decidí acudir al médico para que lo exploraran ya me indicaron que era mejor someterme a una mamografía para ver más claramente qué era la masa en cuestión. Después de hacerme la prueba, me llamaron para hacerme una ecografía mamaria. Finalmente, el 25 de octubre del año pasado me hicieron una biopsia y más adelante me indicaron que padezco cáncer de mama. A principios de diciembre recibí la primera quimioterapia y en estos momentos he recibido cuatro ciclos; me quedan cuatro más. Una vez finalice con este tratamiento, que tiene que servir para que el tumor reduzca al máximo, está previsto que me operen.
El proceso de enfermedad que he vivido hasta el momento me ha hecho percatar, entre otras cosas, que es necesario que las pruebas preventivas se aceleren. Yo tengo 44 años y me han diagnosticado un cáncer de mama después de mostrar síntomas; a lo mejor, si ya entrara dentro del rango de edad en el que las pruebas diagnósticas son rutinarias, me hubieran diagnosticado antes y me ahorraría parte del tratamiento que estoy siguiendo. En este sentido, considero plantear a los políticos del Parlamento de Andalucía, ya que son quienes me representan, la pregunta: ¿Por qué no se reduce la edad en la que empiezan las pruebas diagnósticas rutinarias y se mejora la inversión destinada a la investigación del cáncer? Considero, también, que hay que apostar para hacer el máximo de pruebas genéticas posible.
Por otro lado, también quiero plantear a las instituciones el lastre económico que conlleva padecer una enfermedad como el cáncer; aunque a mí personalmente el sueldo me ha bajado al 75% por convenio, los gastos que tengo en relación con mi vida cuotidiana son los mismos y hasta más debido a la enfermedad. En este sentido, considero que se debería de revisar este aspecto, así como los productos que se financian a nivel público para conllevar el contexto de la enfermedad (pelucas, pañuelos, cremas, etc.).