Me llamo Manu y vivo en Catalunya. Cuando tenía trece años, durante un partido de fútbol, me dieron una patada que me hizo saltar. Cuando caí, se me dobló la rodilla y me rompí los ligamentos. Me llevaron al hospital y allí me hicieron un TAC. Después de esto, decidieron hacerme una resonancia para esclarecer lo que se manifestaba con poca intensidad en la prueba anterior. Entonces ya me detectaron un tumor ubicado al final de la tibia y me diagnosticaron un Sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer muy frecuente entre adolescentes.

Esto fue un sábado. El domingo ya hice las maletas y el lunes ingresé en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. El mismo día recibí mi primera sesión de quimioterapia. Recibí un tratamiento que se compuso de cinco sesiones con el objetivo de, al acabar, valorar el estado del tumor y decidir si se podía intervenir quirúrgicamente y substituir los huesos afectados con prótesis de hierro o si había que amputar. Cuando ya había recibido tres sesiones, me hicieron un TAC y comprobaron que el sarcoma estaba muy avanzado. Me dieron las otras dos sesiones de quimioterapia, pero finalmente decidieron que la mejor opción era amputar.

Me recuperé muy bien, pero a los dos años, mediante las revisiones rutinarias, los médicos me detectaron metástasis en el pulmón. Recibí, de nuevo, quimioterapia. También me sometí a una operación para quitarme un trocito de pulmón afectado, dónde más concentración había. Durante la intervención también me practicaron un raspado y congelación. Desde entonces, tengo que ir a revisiones cada tres meses, pero llevo muchos años sin problemas. También estoy tomando una quimioterapia de mantenimiento para que el tumor no avance y para que, si puede ser, reduzca poquito a poquito, que es la tendencia que últimamente muestra.

Antes de romperme los ligamentos, yo notaba molestias en la rodilla. La notaba cargada, pero me ponía una venda, algún producto antiinflamatorio, iba al fisioterapeuta de vez en cuando y estaba como nuevo. Así pasé toda la temporada. Lanzo esta campaña para que sirva de ejemplo sobre la necesidad que hay de impulsar campañas de visibilización e información sobre la enfermedad en cuestión, con el objetivo de fomentar la detección temprana de la misma. En este sentido, me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya, ya que son quienes me representan, para preguntarles: ¿Por qué no se impulsan campañas de visibilización e información sobre la enfermedad con el objetivo de fomentar la detección temprana frente cualquier síntoma?