Mi nombre es Marcos, trabajo en el paritorio de Huércal- Overa (Almería) como matrón. Pero además soy doctor en enfermería y estoy terminando un máster de sexología. Me apasiona lo que hago, pero creo que en la Comunidad de Murcia no se está tratando de manera adecuada el tema de la educación sexual.

Creo que trabajar la sexualidad desde los 3 años es básico. Hay que educar para fomentar los valores como el respeto y la diversidad, y así evitar que se produzcan tantos abusos infantiles o casos de violencia de género 

La educación sexual es también educar en el feminismo, es decir, en igualdad entre hombres y mujeres. En definitiva, cuando hablamos de educación sexual nos estamos refiriendo a formación en valores. Una vez que hemos conseguido esa base, no hay que olvidar que la sexualidad va de la mano del disfrute y del placer, pero siempre desde el respeto. 

Hice formaciones en algunos institutos de Alicante, y ahí me dí cuenta de que no podemos pretender que este tema se trate en 2 o 3 sesiones. Debería ser una materia transversal, que perteneciera al currículum académico.

Las chicas y los chicos de 16 y 17 años tenían muchas dudas. No podemos enfocar la formación exclusivamente en los riesgos (como los embarazos no deseados) o en los miedos (como por ejemplo, el de contraer una infección de transmisión sexual). La educación sexual va mucho más allá, y no se trata de adoctrinar sino de educar en valores.

Es muy importante que haya una continuidad, un acompañamiento para que este tema se trate con la naturalidad que se merece. No es suficiente, como pasa en otras comunidades, que se empiece a hablar de este tema a los 13 años. 

Por ello, le quiero pedir a la Asamblea Regional de Murcia que promueva una asignatura de educación sexual que comience a los 3 años y termine al final de la vida escolar de los alumnos.