¡Hola! Mi nombre es María Carmen Gonzalo y fui una de las 80 mil mujeres implantadas con el método anticonceptivo Essure en España. El mismo cambio para peor mi salud y calidad de vida para siempre.

Soy madre de tres hijos y, al tener el último en 2010, en Maternidad de Barcelona comenté que quería hacerme la ligadura de trompas. Allí me comentaron de un nuevo método super bueno y eficaz llamado Essure. Me lo ‘vendieron’ como una excelente alternativa para no tener que pasar por un quirófano, pero en su momento no sabía que estaba cometiendo un grandísimo error al introducirme un método que no estaba del todo probado.  

Supuestamente el anticonceptivo no me daría ningún tipo de alergia ni efecto secundario. Al otro día de recibir el implante iba a estar trabajando y viviendo una vida completamente normal. De más está decir que esto no sucedió y que mi vida cambió totalmente.  

El 2 de noviembre de 2011 me lo colocaron y el 11 del mismo mes, a apenas nueve días de haberme colocado el Essure ya estaba en urgencias. Sufría muchos dolores pélvicos, ganas de vomitar y un muy fuerte sangrado. Ya había tenido episodios de alergia con hierros tomados, metales y cualquier artículo de joyería, pero el ginecólogo me dijo que no, que no tenía de que preocuparme y que mi cuerpo se iba a ir adaptando y progresando.

En vez de mejorar, cada vez iba empeorando: Dolor en los riñones, diferentes alergias, pequeños bultos en diferentes partes del cuerpo, comenzaron a romperse mis dientes, caída del cabello, reglas de entre 10 y 15 días y super infecciones de orina fueron algunos de los síntomas que sentía cada vez con más agravio.

Tuve muchísimos ingresos en distintos sitios para buscar un médico que me pueda ayudar en este caso, pero ningún médico le daba la importancia que le tenían que dar. Mientras emigraba de hospital en hospital, me trataron de loca y que estaba mirando mucho internet. En España no se llegó a completar el estudio y lo tapaban con eso. Habían hecho modificaciones para que el método mejore, pero nunca lo hizo.

En Ripollet, el 2019 fue el peor año de mi vida con mucho sufrimiento y dolor. Tenía un trabajo nuevo y cada vez me encontraba peor, agregándole a los anteriores síntomas fallas en la vesícula, vomiteras y fiebre. En febrero de 2020, estuve cinco días ingresada en el hospital, donde me sacaron la vesícula y me mandaron a casa por la llegada del COVID-19. Mi calvario no terminaba, de hecho, recién estaba comenzando.

A día de hoy, agradezco de estar viva. Los sangrados eran interminables, no sabía ni me acordaba lo que era la vida normal. Iba de la cama al sofá y sin médicos que me pudieran atender por la pandemia hasta varios meses después, en junio consigo que me visite una doctora que me hizo todo tipo de pruebas, intentó cortar el sangrado y me manda a hacer unas pruebas al hospital.

Lamentablemente, mi hospital de referencia era el Parc Taulí de Sabadell, donde tuve otra de las peores experiencias de mi vida. Primero me dijeron que el sangrado lo estaba inventado y luego que era mi regla cuando claramente no lo era. Eran los sangrados que llevaba durante más de 10 años. 

Además, me encontraron que tenía un mioma uterino y un sangrado en el cuello uterino al cual no le encontraban respuesta. Me afirmaban que nada tenía que ver con el método Essure, que todo era una obsesión mía hasta que mi marido enfurecido reacciono y le dijo que, si era el Essure y que queríamos, de una vez por todas, quitármelo.  

Me pusieron en lista de espera, me hicieron radiografías y me dijeron que utilice otro método anticonceptivo, pero me negué. No quería tener dos anticonceptivos distintos en mi cuerpo. No quería empeorar mi situación con otro método. Ya había probado con pastillas hormonas y muchas cosas con las que engordé de 80kg a 122kg. Me cambió la vida, no era la misma persona.

Como no me hacían las pruebas de alergia, me las tuve que hacer por privado y me dio super alergia al Níquel, uno de los metales fundamentales del Essure.

El 14 de mayo de 2021 me opera el Dr. Acosta quitándome: cuerno de trompas, trompas, útero y cuello uterino. Solo me deja lo que son los ovarios, pero mi calvario no acababa. Mi cuerpo seguía intoxicado y con fuertes dolores. Pensaba que al quitarme el Essure todo acababa, pero no fue así. Al deshincharme, tuve una eventración muy grande y en la revisión médica me dicen que no es nueva, que siempre la tuve y como estaba tan hinchada no me había dado cuenta y había empeorado. Por eso, me mandaron al cirujano.

El 5 de julio, cumpleaños de mi hijo mediano, me operan y me colocan una malla con clips. Sin embargo, existe un porcentaje de mujeres que después de quitarse el Essure rechazan la malla o los clips. También tuve que realizarme pruebas de enfermedades como Fibromialgia, Lupus y Sjogren y me diagnosticaron la Fibromialgia y Dolor Crónico de Abdomen Umbilical. Todavía tengo cita con el cirujano para ver qué hacer con las mallas.  

Sin embargo, al estar por Mutua, empresa privada, a la hora de pasar por el tribunal médico después de dos años de baja, me dan el alta. Yo he tenido que trabajar hasta las últimas operaciones, a Seguridad Social pereció no importarle nada mandarme a trabajar y cargar peso con el dolor y sufrimiento que acumulaba por el Essure.

Es por eso que os pido todo vuestro apoyo. Son más de 80 mil mujeres que se han implantado este método. Si conseguimos 500 apoyos, Políticos de Catalunya nos van a brindar una respuesta en esta misma web. ¿Me ayudas firmando y difundiendo esta campaña por todas vuestras redes sociales? #StopEssure.