Fomentar la educación afectivo-sexual debe ser una prioridad en el currículum educativo. ¿Por qué no se realiza en todos los centros escolares?
Me llamo María Fernández, soy periodista audiovisual especializada en educación sexual. A través de mi perfil en Instagram, @comemelaflooor, divulgo información sobre sexualidad.
Desde hace unas semanas, hemos podido ver cómo las redes sociales se han hecho eco de algo que lleva ocurriendo muchísimo tiempo. La activista Sindy Takanashi ponía voz al testimonio de una chica que denunciaba, a través de ella, haber sido drogada por un camarero en un bar de Madrid con el único fin de violarla. Lamentablemente, no se trata de un caso aislado. Cada vez son más las mujeres que denuncian este u otro tipo de actos relacionados con la violencia de género.
Personalmente, no entiendo por qué algunos centros escolares no incluyen en su curriculum educativo la educación afectivo-sexual. Si enseñamos a los niños las bases y los conocimientos referidos a este campo, muchas de estas situaciones se podrían evitar, ya que estaríamos fomentando una educación basada en el respeto y la igualdad desde que somos pequeños.
Hoy siguen siendo muchas las personas que piensan que la educación sexual se basa solo en la práctica. Esto no es así. La educación sexual va más allá. Estamos hablando de una educación sexo-afectiva, donde debemos priorizar el respeto y la empatía antes que nada.
Poner fin a la violencia machista puede ser difícil, pero si conseguimos educar en valores desde la infancia, quizá muchos hechos podrían evitarse. Fomentar la educación afectivo-sexual debe ser una prioridad en el currículum académico de todos los centros escolares.