Hola, soy María del Pilar Hernández, vivo en la ciudad de Bogotá y mi madre, María Venancia Romero de 89 años, actualmente se encuentra recibiendo transfusiones de sangre, debido a que hace unos meses fue detectada con cáncer en la medula. Su condición ha sido delicada, pero su actitud y espíritu se han ido fortaleciendo con el pasar del tiempo.

Junto con mis hermanos nos turnamos dos veces al mes para llevar a mi madre al hospital, en donde recibe, lo que yo llamo, su dosis de vida. Meses antes de que fuera detectada con cáncer de medula, notamos que mi mama empezó con síntomas propios de una anemia, como el decaimiento, falta de apetito y un color amarillo terroso en su piel. Tras múltiples idas al hospital, los médicos detectaron que la tenía.

Desde ese momento, mi madre se convirtió en una paciente frecuente en el hospital. Las biopsias, ecografías y pruebas de sangre eran exámenes habituales en la vida de mi madre. Pasaron 5 meses y el estado de salud de ella empeoraba, los dolores no se hacían esperar. Se quejaba mucho de dolores en la espalda y el estómago. Los médicos al ver su estado, pero no hallar el origen, decidieron probar con un examen, esta vez para detectar un posible cáncer.

La leucemia, la imposibilito de caminar, bañarse o dormir bien. Los dolores eran tan fuertes que la morfina empezó hacer parte de su vida diaria. Dentro de poco tiempo, la enfermedad comenzó a robarse lo más preciado que poseemos, la sangre. Su cambio fue notable, su cuerpo empezaba a debilitarse y adelgazarse, sus glóbulos rojos comenzaban a escasear. Por lo que las transfusiones de sangre eran la solución más viable.

Dos veces al mes mi madre asiste al hospital para recibir dos unidades de sangre, vía intravenosa. En la mayoría de los casos, solemos donar solo 450 centímetros cúbicos de sangre. Lo que equivale a una unidad. En este momento a mi madre le han dado la orden de empezar quimioterapias, mientras tanto las transfusiones son quienes la mantienen con vida.

En muchos casos hemos esperado hasta 2 días para que la sangre llegue y sea preparada para la transfusión, ya que, en muchos casos, esta no se encuentra en el hospital. Por eso lanzo esta campaña, para pedir al Congreso de la República y en general a las autoridades para que, se incentive a la donación de sangre, como mi madre hay cientos de casos, sin importar el rango de edad o procedencia. Muchas veces, estas personas no tienen cómo salvar a sus seres queridos, pues no encuentran a un donante o escasean las reservas. Tenemos el poder de salvar hasta 3 vidas con solo 40 mn de nuestro día, 2 veces al año.   
                    
Apoya y difunde esta petición, tenemos que lograr 350 firmas y de esta manera lograremos obtener una respuesta por parte de los políticos de Colombia en la web de Osoigo. Hoy soy yo, mañana puedes ser tú.