Pregunta para Senado
Somos la B de las siglas LGBT y parecemos invisibles. Todavía existe la “bifobia” en nuestra sociedad y la bisexualidad es una orientación sexual más, no una etapa o un experimento
Me llamo Maria Eugenia, tengo 35 años y soy abogada. En el fondo siempre supe cuál era mi orientación sexual, me fijaba en las personas pero me dejaba llevar un poco más por lo que la sociedad me imponía y mis primeras relaciones fueron con chicos.
La bisexualidad está totalmente invisibilizada, siempre están los típicos comentarios de “estás confundida”, “te ha ido mal con los chicos y ahora quieres probar con las chicas”… No salí del armario hasta que me enamoré por primera vez de una chica, era algo imposible de esconder, cuando sientes algo tan fuerte quieres compartir tu felicidad con la gente a la que quieres. En mi caso tuve mucha suerte, tanto mis amigos como mi familia se lo tomaron genial y siempre me he sentido apoyada por ellos.
A pesar de ello, siempre me he sentido desplazada por ser bisexual, somos el colectivo olvidado; la gente heterosexual llega a verte hasta como una persona viciosa, que lo único que quieres es probarlo todo o como una etapa de tu vida. Recuerdo una vez que un amigo cuando empecé con mi primera chica le llegó a decir “Mariu cuando lo deje contigo volverá a ser la de siempre”; duele que un amigo diga eso, para él estaba con ella solo por probar. Por otra parte, la gente que pertenece al colectivo LGTB, en muchísimos casos nos ve también como si pasáramos por una fase que derivará en ser homosexual. Para mí la bisexualidad va fluyendo, he tenido épocas en las que me he fijado más en chicos y otras en las que me he decantado mayormente por las mujeres. En definitiva, vivimos en una sociedad con un alto nivel de bifobia, es decir, personas con una actitud desfavorable hacia las personas que sienten atracción romántica y/o erótica por personas de ambos sexos.
¿Qué me gustaría pedir? Visibilidad, que en los colegios eduquen en todas las diversidades sexuales, te enseñan que está bien ser chico y que te gusten los chicos o ser chica y que te gusten las chicas pero nadie habla de si te gustan las personas, es posible que te gusten ambos sexos.
Me dirijo a los miembros del Senado para pedir que implanten medidas educativas que enseñen toda la diversidad sexual que existe y campañas de visibilización para todos los colectivos; es posible enamorarse de las personas y nadie debería juzgarte por ello.